domingo, 26 de febrero de 2017

Ejercicio de modestia y coherencia


Mi hija en el Museo Ruso


Como ejercicio de modestia y de coherencia doy gracias todas las mañanas por lo que me ha regalado la vida (ejercicio no necesariamente cristiano). Sin faltar nunca a la cita.

GRACIAS a la vida (que cada uno dé las gracias a aquello en lo que crea) por haberme permitido conocer a mi esposa Vanessa. 
Por haberme obsequiado con el mejor de los regalos, mi hija Nora. 
Por el trabajo que me permite pagar todas las facturas, con que hacer frente a todos los pagos. 
Por la casa donde puedo cuidar y mimar a mi esposa y a mi hija. 
Por haberme convertido en vegano, por haberme permitido comprender la importancia de dignificar toda forma de vida. 
Por otorgarme la capacidad de leer y escribir, y así sacar a la luz todos mis demonios y ángeles internos. 
Por mis padres, mis hermanos. Por mis compañeros animales. Por mis buenos amigos. 
Y por ser consciente de que el ejercicio de dar las gracias es vital, y afrontarlo todas las mañanas desde la modestia y la coherencia.

Probadlo, amigos del blog, no os hará daño. De paso seréis conscientes de todo lo que tenéis, y daréis menos importancia a lo que os falta. Luego no digáis que no os lo dijo el Habitante Incierto de la Casa Deshabitada.
 

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