Blog personal de Alejandro Castroguer

En este blog podrás estar al tanto de las noticias que generen las novelas "GLENN" (Premio Jaén de Novela 2015), "LA GUERRA DE LA DOBLE MUERTE", "EL ÚLTIMO REFUGIO", "EL MANANTIAL" y "HOLMES Y EL CASO DE LOS OCHO ESTÓMAGOS", y las antologías "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos" y "Vintage'63: J.F.K. y otros monstruos" entre otras. Además, es lugar de encuentro para amantes del cine, la literatura, la buena música y las aventuras del Rey Mono.

sábado, 29 de octubre de 2011

Plan 9 del espacio exterior, de Ed Wood




TITULO: Plan 9 del Espacio Exterior
TÍTULO ORIGINAL: Plan 9 From Outer Space
AÑO: 1956
DURACIÓN: 79 min.
GUIÓN y DIRECTOR: Ed Wood

Para muchos es ésta la pero película de la historia, y no cabe duda de que semejante calificación aparte de ser injusta le ha valido para permanecer en la memoria de todos los buenos aficionados al cine.
Claro está que los méritos de esta obra son mínimos y que su visionado no provoca otra cosa que una sonrisa. Es fácil pensar mientras la vemos, qué inocentes eran esos tipos.

Los efectos especiales son tan cutres como la mayoría de los escenarios, en algunas escenas son simplemente unas cortinas arrugadas. La presencia de Bela Lugosi no deja de ser testimonial, pues no dice ni una sola palabra y en muchas escenas su personaje se tapa la cara para que sea justamente un doble en que actúe.
Respecto a este tema, en la Wikipedia se puede leer esto:
"En 1956 muere Bela Lugosi, hecho que significó un duro golpe para Ed, el cual, tras varias incursiones en la televisión y proyectos de menor categoría, finalmente rueda en 1956 la que por muchos es considerada su peor película (o mejor, según como se mire): Plan 9 del espacio exterior. Partiendo de las últimas escenas que rodó Lugosi en vida (apenas 5 minutos), Ed escribió el guión en menos de dos semanas y utilizó metraje sobrante en estudios de otras películas. Con un presupuesto inferior a 6000 dólares, rodó una película con muchos agujeros y fallos de puesta en escena, que difícilmente consiguió un distribuidor y que, no dando beneficios, fue retirada rápidamente de los teatros y salas donde se estrenó."
Seguramente es por esta razón por la que el personaje de Bela Lugosi se pasa buena parte de la película tapándose la cara con una capa negra, en un gesto que recuerda claramente a Drácula.



La apariencia tan pobre de los extraterrestres mueve más a la risa que al espanto y el vuelo de los ovnis ha quedado para siempre en la memoria cinematrográfica.

En verdad es todo un clásico necesario de ver aunque sea por el orgullo de decir que uno ha visto la que muchos críticos consideran la peor película de la historia.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Stalker, de Tarkovsky




Título: Stalker
Año: 1979
Duración: 161 min.
Director: Andrei Tarkovsky
Guión: Arcadi Strougatski y Boris Strougatski
Música: Eduard Nikolay Artemiev
Fotografía: Alexandre Kniajinski
Reparto: Aleksandr Kaidanovsky, Anatoly Solonitsyn, Nikolai Grinko, Natacha Abramova, Alisa Freindlikh,...

Sinopsis (extraída de Filmaffinity): En Rusia existe un lugar conocido como la Zona, donde algunos años antes se estrelló un meteoro. A pesar de que el acceso a la Zona está prohibido, los Stalker se dedican a guiar a quienes se atreven a aventurarse en este inquietante paraje.


La película, que sobrepasa las 2 horas y media, necesita de un especial estado de ánimo por parte del espectador, por cuanto requiere de él la necesaria complicidad para sobrellevar el despacioso tempo que establece el director desde el primer plano. Rodada en sepia y en color, sepia para la ciudad y color para La Zona, nos habla de un lugar prohibido en el que no se sabe si cayó un meteorito, explotó una bomba o fue cosa de una civilización alienigena, justamente La Zona, a la que la gente peregrina buscando La Habitación.

La utilización del sepia para dibujar una ciudad fantasmal, inhospita, se recrea con especial detalle en las texturas de paredes o maderas, o en el rostro y cabello de los protagonistas. La música de Eduard Artemyev presta el elegante contrapunto a alguna de las escenas.

Destacaría el viaje en la vagoneta, el silencio entre los 3 protagonista y los primeros planos de la Zona, y también la fotografía del que llaman "molino de carne".

Intensa, poderosa, despaciosa, metafísica... Cine con mayúsculas, no apto para gente con prisa.

sábado, 1 de octubre de 2011

Uno de tantos: "Para Esmé, con amor y sordidez"


"Uno de tantos" hace referencia a una serie futura de reseñas que continuarán con la misma premisa con que será escrita ésta: hablar en profundidad de un solo relato, elegido a tal efecto de una antología. Es un pretexto como otro cualquiera de hablar de literatura y de despertar en el lector potencial el apetito, sin tener que trinchar todos los textos. Así que me conformaré con diseccionar uno a mi antojo.

Empecemos con el autor, J. D. Salinger (1919-2010). Aquó os dejo una pequeña biografía, extractada de la web alohacriticón: http://www.alohacriticon.com/viajeliterario/article1154.html


Salinger nació el 1 de enero de 1919 en Manhattan, Nueva York (Estados Unidos), hijo de Marie Jilich, una mujer católica de origen irlandés, y de Sol Salinger, un polaco de religión judía que había emigrado a los Estados Unidos para dedicarse con éxito a la venta de productos alimenticios.Estudiante poco brillante, intervino en la Segunda Guerra Mundial, llegando a ser graduado como sargento y a participar en el desembarco de Normandía.

Después del conflicto bélico, J. D. Salinger consiguió publicados algunos relatos en la revista “The New Yorker”. Uno de sus relatos más populares, en el cual volcaba sus traumáticas experiencias bélicas, fue “For Esme – With Love and Squalor”. Con “El Guardián Entre El Centeno” (1951), novela de tono cínico que criticaba con acidez el mundo hipócrita de los adultos desde la perspectiva de un sarcástico y rebelde adolescente llamado Holden Caulfield, Salinger fue recibido con entusiasmo por la crítica, siendo el libro, censurado en algunos lugares, una de las obras favoritas de los universitarios del período. Dos años después apareció el libro de relatos “Nueve Cuentos” (1953).

Salinger, un hombre tímido y solitario, poco amigo de la fama, rechazaba conceder entrevistas, ser fotografiado y permaneció recluido gran parte de su existencia en Cornish, New Hampshire. A comienzos de los años 60 publicó varios libros con el protagonismo de la familia Glass, como “Franny y Zooey” (1961), “Levantad Carpinteros La Viga Maestra” (1963) y “Seymour: Una Introducción” (1963).

A mitad de los sesenta se retiró definitivamente de la vida pública dedicando su tiempo al budismo zen, al vegetarianismo, a la homeopatía y a contemplar películas clásicas y programas y series de televisión, ya que Salinger es un adicto a la pequeña pantalla. Falleció el 27 de enero del año 2010. Tenía 91 años.



El relato elegido es "Para Esmé, con amor y sordidez", incluído en su obra "Nueve cuentos", publicada en 1953.

El título bien podría ser la dedicatoria de la carta que el protagonista (huérfano de nombre y apellidos) de la historia no escribe, por lo menos en el decurso de la misma. Aunque también podría apuntar a que el relato en sí es la carta.

El presente en que se sitúa el comienzo del texto no volverá a aparecer, ni siquiera al final a modo de colofón. Será un guiño al lector para que complete lo que falta de la historia. Es un preludio que nos pone en situación respecto de lo que vendrá después. En él se cuenta que el protagonista recibe por avión una invitación a una boda en Inglaterra. No se especifica el nombre de la novia, porque es de ella de quien parte la invitación. Decidirá no ir porque debe de estar en casa cuando su suegra vaya a pasar unos días con su mujer y con él. Así que se decide a escribir unos apuntes (¿la carta "Para Esmé, con amor y sordidez"?) por si acaso al novio le interesa (más bien está dispuesto a "hacerle pasar uno o dos momentos de malestar").

A continuación el protagonista referirá las circunstancias en que participa en la Segunda Guerra Mundial (lastre que comparte con el propio autor, Salinger). Corre el año de 1944, está destinado en Devon, Inglaterra, haciendo un curso de entrenamiento "pre-invasión". Justamente el día en que finaliza el curso, el protagonista decide bajar al pueblo, a pesar de la pertinaz lluvia. Asiste al ensayo del coro de la iglesia, compuesto en su mayoría por niños y niñas. Entre ellos destaca el canto y la figura de una joven de trece años, que parece liderar al grupo.

Más tarde, tendrá lugar la escena más extensa del relato, el encuentro en el bar del pueblo entre el protagonista y la muchacha, que llega acompañada de Charles, el hermano pequeño, y de la señorita Megley. El descaro con que se acerca a la mesa ocupada por el soldado y la facilidad con que entabla conversación no pasará desapercibido para el lector. A pesar de las constantes interrupciones de Charles, ambos hablan de sus gustos, de literatura incluso, porque él dice que le gusta escribir cuentos (¿es evidente que es el mismo Salinger?). Esmé, que tal es el nombre de la muchacha, le ruega que le escriba un cuento dedicado a ella. Que sea sórdido, ya que a ella le gusta la sordidez. Al despedirse, prometen cruzarse cartas. Ella lo hará primero para que él no contraiga ningún compromiso. Justo después, ya superado el ecuador del cuento, el tono y los personajes del relato cambian completamente. O eso parece. Transcribo el cambio de registro:
"Esta es la parte sórdida o emotiva del relato, y la escena cambia. Los personajes personajes también cambian. Yo todavía ando por este mundo, pero de aquí en adelante, por motivos que no me es permitido revelar, me he dsifrazado con tanta astucia que ni el lector más inteligente podrá reconocerme".

Menudo cambio. La lectura por momentos se hace huidiza. Pero hasta aquí dejo la disección, no vaya a ser que desbarate el encanto de este "Para Esmé, con amor y sordidez". Eso sí, decir que necesita de la implicación del lector que ha de completar ciertas lagunas que Salinger deja a conciencia. Quizá porque le gusta dejar la literatura algo cruda, como un buen solomillo.