Blog personal de Alejandro Castroguer

En este blog podrás estar al tanto de las noticias que generen las novelas "GLENN" (Premio Jaén de Novela 2015), "LA GUERRA DE LA DOBLE MUERTE", "EL ÚLTIMO REFUGIO", "EL MANANTIAL" y "HOLMES Y EL CASO DE LOS OCHO ESTÓMAGOS", y las antologías "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos" y "Vintage'63: J.F.K. y otros monstruos" entre otras. Además, es lugar de encuentro para amantes del cine, la literatura, la buena música y las aventuras del Rey Mono.

martes, 25 de diciembre de 2012

El caso de la pizarra embrujada, de Ángel Idígoras


Título: El caso de la pizarra embrujada
Autor: Ángel Idígoras
Ilustraciones: Pachi
Páginas: 74
Año: 2012
Editorial: GrupoEditorial33

Sinopsis: La vida del detective Slvestre Paniagua cambia bruscamente un día que pasea por el parque. Allí se entera de que cuatro amigos están atemorizados por un misterio que planea por su colegio. 
Entusiasmado por el encargo de investigar lo sucedido y con la inestimable ayuda de los casos resueltos por su héroe, el detective Toby Smith, sorteará un montón de dificultades y trampas, hasta llegar a la solución del caso de la pizarra embrujada.

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La obra se compone de 14 capítulos breves en los que la agilidad de la narración guía a los lectores (pequeños o no tanto) por los más graciosos y simpáticos vericuetos. Tal como se anuncia en la portada, el caso aparece interrumpido hasta 5 ocasiones por otras tantas aventuras de Toby Smith, ese detective al que admira Silvestra Paniagua y que tanto se parece a Clark Gable. Aventuras de una sola página, sirven de inspiración a Paniagua para resolver alguna duda mínima, y nos arrancan por añadidura una sonrisa. Sería injusto no destacar la labor de Pachi, hermano del autor, en la ilustración del libro, pues hará las delicias de los lectores más jovenes y de los que ya lo son menos. 

Homenaje a los libros de Conan Doyle
 
A Paniagua le acompaña la rana Saturnina que hace las veces de doctor Watson si a aquel se le pudiese comparar con Sherlock Holmes. Aunque a diferencia del célebre doctor, que muchas veces extraía conclusiones erróneas de los casos en que intervenía junto a su amigo, Saturnina en no pocas ocasiones encauza la investigación en el momento exacto en que Paniagua parece algo perdido. 

El resto de personajes, Melchor el quiosquero, Calixto y su equipo de Los Indestructibles, la señorita Berta o Bonifacio el conserje, componen un universo en el que la sonrisa está asegurada. No en vano se nota la mano del dúo Idígoras y Pachi, su humor elegante y sencillo, pero demoledor. El habitante incierto de esta Casa Deshabitada ha descubierto el mismo tono guasón que Enrique Jardiel Poncela, aunque solo sea por telepatía artística o porque ambos autores gustan del mismo tipo de humor, lo que no es poco.

Escrita con evidente soltura por Ángel Idígoras -hay incluso algunas comparaciones de fuste-, es un regalo perfecto para que le leas a tu hijo pequeño antes de irse a dormir, o para que se aventuren ellos solos si tienen más de ocho años. 


El autor

Ahora os dejo con el propio autor, Ángel Idígoras, que ha tenido a bien responder las preguntas que le he hecho llegar. Vamos allá.

-¿Cómo surgió la idea de Paniagua y el Caso de la pizarra embrujada?
-Como tantas otras historias, las de Paniagua surgen de un hecho real, en este caso doméstico. Ocurrió que andaba yo cuidando a mis tres hijos cuando uno de ellos llegó a casa algo nervioso porque en las paredes que están junto a los ascensores, algún vecinito había hecho una pintadas. En una ponía "Cristina y Javier son tontos", y en la otra "Sergio e Ignacio son tontos". Así que, para entretener a los niños esa tarde, nos haríamos detectives e intentaríamos descubrir al "culpable". Lo primero que les sorprendió es que, nada más ver las pintadas, supiera la altura del autor. "Todo el mundo, cuando escribe de pie, lo hace a la altura de los ojos", les dije poniendo cara de Sherlock Holmes y causándoles una gran sorpresa. Vivo en un recinto cerrado lleno de niños, así que pudimos descartar a los que sobrepasaban esa altura y a los que no llegaban a ella. Luego se nos ocurrió comprar una libreta y, con la excusa de reunir autógrafos para el recuerdo, pedir que escribiran algo. Al final logramos descubrir al autor de las pintadas, que resultó ser el tal Sergio -mi sobrino, por cierto-, que habiendo escrito contra Javier y Cristina, se asustó y se autoinsultó para confundir a los investigadores del caso.
Fue así como surgió la idea de Paniagua, detective sin trabajo que, para entrenarse hasta que llegue su gran caso que le dé fama, se entrena resolviendo pequeños misterios infantiles.

-¿Para qué lectores está escrita, para niños de todas las edades, incluídos los más de treinta años?
-Jodorowsky dice que las edades no se sustituyen, sino que se superponen, es decir, no se deja de ser niño para ser adolescente, ni se deja de ser adolesente para ser adulto, etc. Un anciano sería a la vez, bebé, niño, adolescente, adulto y anciano. Creo que los libros infantiles pueden ser disfrutados por todos, igual que las películas de dibujos o la magia infantil, sólo hay que llamar al niño que aún se sigue siendo ya adulto y que suele estar agazapado entre la montaña de problemas que tenemos a diario. Por el otro extremo, creo que a partir de los siete u ocho años es una buena edad para conocer a Paniagua, aunque me gustaría que los más pequeños lo leyeran con sus padres, creo que es bueno, con todos los libros, que los niños vayan un poquito por encima de su nivel, eso les ayudará a comprender mejor algunas cosas de la vida.

-Guardando el debido secreto en estos temas, ¿tienes nuevos proyectos para Paniagua?
-Estoy esperando a ver qué respuesta tiene este primer libro de Paniagua, y deseando que vaya bien, porque si es ese el caso, estoy deseando empezar su seguda aventura, que irá sobre fantasmas. Tengo pensado un libro con pequeños casos de dos páginas cada uno, para que el lector juegue a descubrir la solución.


Resumiendo: Una magnífica iniciación para pequeños lectores y futuros sibaritas del universo de Sherlock Holmes. Regalo ideal de Reyes.

domingo, 23 de diciembre de 2012

Lo mejor y lo peor del 2012

Es obvio que este Lo mejor y lo peor de 2012 está circunscrito al ámbito literario, que para nada hablaré de temas personales. Porque no creo que le interese a nadie, la verdad. Seguramente habrá quien diga que exagero las filias y también las fobias, pero es lo que hay a día de hoy. Al menos esta es mi impresión cuando está a punto de acabar el 2012.

Lo mejor (nada tiene que ver el orden con preferencias o no; excluyo a la familia porque ellos son también lo mejor):
 -Conocer en Avilés a todo un clásico de la ciencia ficción española de la talla de Gabriel Bermúdez Castillo, y que resulte ser un tipo tan sencillo como encantador.

-Esa cena en cierto italiano de Barcelona en que conocí a Fernando J.López del Oso; habíamos hablado tantas veces por teléfono que ya era hora de abrazarnos y departir sin medida.

La última novela de F.J.López del Oso

-Poder conversar cara a cara con un gran amigo y mejor escritor, Javier Cosnava. Con él comparto cierta manera de entender la literatura, que hace que me sienta muy a gusto en su compañía. 

Con J.Cosnava y V.Blázquez.

-Todas y cada una de las veces que he coincidido con Ángel Vela. Es mi hermano sevillano, uno de los titos postizos de Nora. Auténtico Totoro literario.

-La recién nacida amistad con Alberto López Aroca, amigo holmesiano, con quien me debo una copa y una buena charla.

-Que Dolmen, de la mano de Jorge Iván Argiz, confiase ciegamente en mis posibilidades, y que estuviesen abiertos a publicar mi novela más descarnada: El Manantial.

-Que Sportula y Rodolfo Martínez apostasen de primera hora por la antología Vintage'62: Marilyn y otros monstruos. Gracias.


La antología Vintage'62 y la pizza Marilyn

-Conocer a Emilio J.Bernal, y familia. Las charlas compartidas en Sitges fueron desternillantes por culpa de los espaguetis negros.

-A Ernesto Fernádez-Weiss y a Virginia Pérez de la Puente, por la tarde-noche que me hicieron pasar en Madrid. 

-Los tés compartidos con el grupo de Málaga Escribe en general, aunque de unos meses a esta parte ya no forme parte de él. Gracias a Raelana, Deivi, Javi, Patricia, MariCarmen, Isi y el resto del grupo.

-A Pablo Cordón y Desireé madre e hija, y a Emilio y Carmen. 

-La música de Curro Ayllón y su esfuerzo por dar lo mejor de sí en la "Canción de Abel", compuesta ex profeso para "El Manantial".

-Que Carlos Sisí se haya empeñado en mantener a flote nuestra amistad. A pesar de todo y de todos.

-A Alfonso Zamora, él sabe las razones. 

-Los poquitos momentos compartidos con David Mateo. 

-Aquellas charlas terciadas en Avilés con el grupo de la Zervilleta. Gracias a Javier Cosnava, Víctor Blázquez, Juan Miguel Fernández, Manuel Martín, Darío Vilas, Ángel Luis Sucasas, Miguel Aguerralde, Ignacio Cid Hermoso, Daniel Pérez Espinosa y Vanessa Molina Benítez. Eso sí, casi nunca acertamos con los restaurantes.

-Todas las conversaciones que he tenido con Javier Ortega, a cuenta de cine o de literatura. Da igual, porque lo cierto es que siempre me he sentido muy cómodo con él.

-A Celia Santos, que se animó a saludarme en Barcelona y que es un cielo de mujer.

-Y coincidir siempre que hay ocasión con Adela y Antonio Calzado, ya sea en Córdoba, Málaga o Sitges. Porque son dos peaso de amigos, sinónimo de hermanos, y por añadidura, Antonio es un escritor al que admiro.

Con F.J.López del Oso y A.Calzado
-Y finalmente, todos los lectores y resto de amigos que sería infinito enumerar que, de una u otra manera, me han hecho llegar su apoyo. Sí, también estás tú... y lo sabes.


ES DE JUSTICIA agradeceros a todos los momentos vividos. 
Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. 
Gracias. Gracias. Gracias. Gracias. 

Os dedico a todos esta bella pieza, interpretada al piano por George Winston (que no, no es música clásica).




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Y lo peor:
-No daré más detalles... porque ELLOS saben quiénes son, y los motivos de mi silencio.

Podría decir que me he equivocado de foto, pero no.

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Ya veis que este habitante incierto de la Casa Deshabitada no se puede quejar lo más mínimo. Sería un cínico si lo hiciese. Ojalá el 2013 me permita vivir momentos tan estupendos como los que dejo atrás.

jueves, 20 de diciembre de 2012

No hay mal que por bien no venga, de Ricard Millás

Hoy día 20, os dejo la segunda colaboración. El escritor invitado es Ricard Millás. Quien lea el relato se dará cuenta de la voz tan personal que usa en un género tan manoseado como el zombi. 

Ricard Millàs es blogger, diseñador gráfico, escritor y poeta. Ha trabajado en diversas producciones de animación como la película ‘Chico y Rita’, ‘Nocturna’ o ‘Las tres Mellizas’ entre otros. Escribe para la red de blogs de Yahoo, la revista Vulture, el periódico Yamelosé!, Undrebrain Magazine, Periódico Irreverentes y El Librepensador entre otras plataformas en la red. Ha trabajado como Community Manager para la Editorial Versos y Reversos y ha sido miembro del grupo contracultural ‘Proyectos Multimierda’, formado por artistas de diferentes ámbitos artísticos. Actualmente está escribiendo su primera novela-blog; ‘La carne no está en venta’ y ha publicado el poemario ‘La sombra del felino’.






NO HAY MAL QUE POR BIEN NO VENGA, Ricard Millás.

Hace menos de tres meses escribías relatos en un blog cuyas estadísticas subían como la espuma en una jarra de medio litro. Recitabas en garitos con demasiado humo, demasiada cerveza, demasiadas piernas sin medias centellando bajo la luz de los fluorescentes. La inspiración se llamaba Kate Upton y se bajaba las medias cada noche, cuando dejabas el plato de carne en lata listo para que tu gato pudiera devorarlo. Tus dedos se convertían en un relámpago y dabas forma a las palabras con algo de DJ Shadow brotando de los altavoces. Te considerabas un poeta, un escritor, una especie de erudito de las palabras que nunca fue a la universidad. Lo aprendiste todo en la calle, bajo el amparo de la luz intermitente de las farolas, en tugurios de dudosa reputación, leyendo a Kerouac, a Vian, a Patti Smith, con un cigarrillo prestado en la boca y los bolsillos repletos de poesía de subterfugio… eras lo que siempre habías deseado. Un poeta en ciernes con los zapatos agujereados y la barba rala. Hasta que publicaste una primera novela que se vendió como un especial de Navidad de Playboy. Y te sentiste un semidiós y te compraste ropa y comenzaste a llamar a todas aquellas chicas que te despreciaron por no conservar un empleo más de dos meses. Y entonces fuiste capaz de sonreír entre las sabanas arrugadas de una aspirante a escritora de novela romántica… hasta que el mundo dio un giro de ciento ochenta grados y los unos comenzaron a comerse a los otros.
En el interior de tu Audi TT negro mate tratas de esquivar la marabunta de muertos que tratan de alcanzarte levantando los brazos y lanzando dentelladas al aire. Hace tres meses que la ciudad se ha convertido en un verdadero caos. Subes el volumen del CD cuando una enfermera con los pechos al aire trata de morderte a través del cristal de la puerta del conductor. Gene Pitney se convierte en tu último refugio. El mundo es ahora una caricatura de lo que estuvo a punto de convertirse. Muchos creyeron que la decadencia de la casta política y el fin de las libertades sociales terminarían en una dictadura financiera donde el que no tuviera tarjeta sanitaria de un hospital privado no podría ni ponerse una tirita sin tener que sacar un par de billetes de la cartera. Ahora todo había cambiado, antes de estallar la primera revolución social del siglo XXI, una curiosa pandemia convirtió a los seres humanos en caníbales desprovistos de raciocinio. Lo único que les impulsaba era el hambre, la carne en estado puro. La sangre era su redención. El hombre, un templo a punto de profanar.
Las prioridades humanas radicaban en su anhelo de seguir con vida. Lo demás, recuerdos de un pasado extremadamente reciente.
Llegas a la avenida Diagonal y te encuentras con un tapón de automóviles abandonados y cuerpos deambulando bajo un sol demasiado benevolente con lo que queda de tu ciudad. En tres meses tan sólo un 16 por ciento de sus habitantes siguen con vida. Repartidos en subterráneos, bunquers improvisados, pisos casi imposibles de acceder y vehículos que tratan de estar en continuo movimiento huyendo de la nueva casta de inesperados habitantes, buscan alimento y seguridad entre el declive del viejo occidente. Los restaurantes de comida rápida se han convertido en un monumento a la antigua civilización. La única carne que se mastica podría ser tu bicep derecho. Buscas con la mirada un hueco para escapar del torrente de muerte danzante que se acerca en procesión hacía tu automóvil; el que te compraste cuando hicieron la octava edición de tu primera novela. Ni Stieg Larsson tuvo tanto éxito. Lo tuyo fue tener la flor en el culo y lo sabes. Das marcha atrás y topas con un enorme jugador de baloncesto con los brazos largos y delgados que cuelgan de su cuerpo como una enorme cascara de plátano corrompido. Decides apretar el acelerador a pesar de notar un pequeño crujido en el ángulo muerto del Audi. Otro rasguño que podría evitar formar parte de la apestosa horda de muertos en vida. Le partes la rodilla al pivot del DKV Joventut de Badalona, metes primera y castigas el gas para salir del pequeño atolladero que se está formando a tu alrededor. Un guardia urbano se sube al capo y te deja la luna delantera perdida de babas y sangre seca. Sus dientes son la única ley que conoce. Su anterior raciocinio se ha diluido en su cerebro como una aspirina efervescente.  Vuelves a poner la palanca del cambio de marchas en la R y pisas con ganas. Esta vez le has roto la cadera al pivot. Se ha oído un crujido como de Bocabits en la boca de un niño con exceso de peso. Vuelves a meter primera con todo el peso de la ley tratando de comprender la pared transparente que os separa. Su cuerpo resbala y cae al suelo. La rueda derecha aplasta la cabeza del uniformado. Metes segunda y enfilas por la calle Marina. En realidad no tienes destino fijo, la idea es encontrar un lugar donde pasar la noche.

La cuesta está bastante despejada. Hay muertos repartidos por las aceras, como si por un momento recordaran por donde hay que caminar. La calzada está prácticamente libre de obstáculos excepto por un camión de mudanzas. En lo alto del remolque una chica te hace señas. Al parecer necesita algo de ayuda. Media docena de infectados estiran los brazos como si la estuvieran idolatrando y en realidad es así. Su alimento es su único dios. Saciar su apetito se convierte el único motivo para seguir arrastrando los pies. Decides que puedes hacer algo por ella y por ti mismo. Llevas demasiado tiempo solo. Avanzas hasta situarte frente a la cabina del vehículo y abres la pequeña trampilla del techo.
-¡Tírate encima del coche ya! ¡Date prisa!
Ves dos piernas dibujadas en el aire caer directamente en el capó del vehículo. Los muertos se aproximan lentamente hacia vosotros. Vuelves a dar marcha atrás para retroceder unos metros. Ella te sonríe desde el cristal. Es realmente guapa aunque va algo sucia y parece muy cansada. Qué más da. Te detienes y le abres la puerta del copiloto.
-¡Muchas gracias! He saltado por el balcón de mi casa y he caído en un el remolque del camión. Menos mal que vivo en el primer piso.
-Has tenido suerte. Vamos a buscar una zona más tranquila para poder detenernos.
-Yo tenía pensado llegar hasta el refugio de Sagrada Familia.
-¿Hay un refugio allí? No tenía ni idea. Y yo dando vueltas como un gilipollas toda la mañana. He dormido en una ferretería abandonada. Al menos me he traído un recuerdo.
En el asiento trasero descansa una sierra eléctrica de jardín en color amarillo. Una autentica preciosidad para el pequeño propietario de ayer con un diez por ciento de descuento.
Rodáis hasta girar por la calle Córcega. La vía está más o menos libre. El ruido del motor atrae a multitud de muertos. Desde vuestro pequeño bunquer rodante no hay mandíbula que se apodere de vuestra preciada carne.
-¿Cómo te llamas?
-Soy Mónica.
Los ojos de Mónica son un nuevo amanecer a pesar de tener unas ojeras del tamaño de dos soles. Su cara te recuerda a la de Kate Upton pero sin aquella expresión de ‘soy una niña rica y guapa’. Por un momento, crees que te has enamorado. Avanzáis por el asfalto hasta virar a la izquierda. El templo de la Sagrada Familia luce imponente bajo los rayos del mediodía. Estáis de suerte. O al menos es lo que quisieras pensar.
Al cabo de unos metros el cuerpo de la joven se desvanece por completo. La llamas por su nombre pero no te contesta. De repente tienes un mal presentimiento. Detienes el vehículo y buscas debajo de su abrigo. Una mancha de sangre le cubre todo el costado. Esta chica ha sido mordida, por eso saltó del balcón de su casa en un intento de redimirse partiéndose la cabeza contra el bordillo. Pero el camión aparcado delante de la puerta de su bloque de edificios, la salvó. Menuda suerte la suya.
Una decena de cuerpos se acercan al Audi. Antes del holocausto eras un tipo con suerte, que pudo saltar con elegancia en el trampolín del éxito social y conocías montones de chicas con los mismos ojos que Kate Upton. Ahora tendrás algo de suerte si una infectada muere en el asiento del copiloto de lo único que has podido conservar de tu antigua vida.
Pones primera y castigas el acelerador. Las revoluciones surfean por el tablero del cuenta revoluciones como si fuera su última ola. Miras de reojo al regalo que te ha otorgado un dios castigado por su propia prepotencia. Consigues detenerte en el carril bus y coges la sierra eléctrica. La enchufas a la toma de electricidad del coche. Pulsas con determinación el botón de arranque  y observas como giran las pequeñas cuchillas como en un carrusel del terror en miniatura. Mónica abre los ojos. Los tiene completamente en blanco. Su voz es un carraspeo repleto de hambre y furia y algo de desconcierto.  Le hundes la sierra en la cabeza. Salpicas la tapicería llena de envases vacios y un par de ejemplares de tu primer libro, aquel que te otorgó fama y gloria y un holocausto zombi surgido de la más absoluta nada.
Y sonries.
Sonries porque no sabes si has enloquecido o porque Mónica no va poder arrancarte la mano de un mordisco. Su cuerpo yace en el asiento del copiloto. Sin vida. Sin nada que llevarse a la boca. Abres la puerta justo cuando un zombi se lanza en picado contra la puerta del piloto. De una patada expulsas al amasijo de carne y sangre contra la acera. Cierras la puerta y bajas hasta la Sagrada Familia. Al menos sabes que vas a poder comer algo y quizás puedas pasar la noche.
No hay mal que por bien no venga.



sábado, 15 de diciembre de 2012

Recomendación del mes de Diciembre


Sigamos afrontando el empeño de glosar la Obra Completa de Gabriel Bermúdez Castillo, todo un clásico de nuestra Ciencia Ficción patria. Y de paso, hagamos de esta novela la recomendación del mes de Diciembre.



Título: VIAJE A UN PLANETA WU-WEI
Autor: Gabriel Bermúdez Castillo
Año: 1976
Editorial: Acervo Ciencia Ficción
Páginas: 447

Sinopsis: Sergio Amstrong es desterrado de la Ciudad. Lo condenan a bajar a la Tierra. A partir de ese momento irá encontrando todo tipo de personajes y las aventuras no dejarán de sucederse. 

Antes de nada decir que esta obra ha contado con tres ediciones hasta el día de hoy. La primera fue la de Acervo, de 1976. Diez años después apareció en dos volúmenes en la Biblioteca de Ciencia Ficción de Orbis (nº 69 y 70). Y en el año 2000 se editó la 3ª, esta vez por Avalón (Asociación asturiana de fantasía y ciencia ficció). Supongo que las tres serían inencontrablesde no mediar una herramienta tan eficaz como internet. Con un poco de suerte, los encontraéis.



¿Qué decir de una obra como esa sin desvelar ninguno de los giros argumentales que contiene? Bueno, antes de nada advertir a los lectores de vía estrecha, o a aquellos que se enfadan cuando una obra traspasa según qué límites de según qué generos, que esta novela los traspasa todos. La novela trasiega el terreno de la ciencia ficción, pero también el de la fantasía, la novela de aventuras (tipo Las minas del Rey Salomón) y la novela picaresca. Además, contiene aquí y allá unas incursiones en un erotismo bizarro, sorprendente sobre todo para la época en que se publicó, un año después de la muerte del Caudillo, 1976. 

Sergio Amstrong es desterrado de la Ciudad (paradigma de lo que queda de la civilización terrestre). Aterriza en la Tierra, destino de su destierro, y desde este punto no dejan de suceder cosas. Conocerá a Manchurri y su pandilla. Pero también al mago Simón Herder. Al capitán Grotton con quien compartirá la aventura de los mandriles. Y un largo ecétera que no detallaré para no hacer spolier.




En definitiva, es una novela inclsificable, que ha sobrevivido al paso del tiempo. Fiel reflejo del estilo iconoclasta de su autor, aún sigue siendo una gozada adentrarse en sus páginas. Una lectura perfectamente navideña. Si la encuentras y te gusta la buena ciencia ficción, no lo dudes. Luego no digas que no te advirtió el habitante incierto de esta casa deshabitada.

viernes, 14 de diciembre de 2012

El ganador es...

Voy a hacer pública mi decisión. Antes de nada agradecer vuestro esfuerzo en conseguir las fotografías más originales. Porque las hay y muy buenas. No sería cuestión de señalar algunas en concreto, porque me han gustado todas, inclusive las que he dejado fuera de las diez finalistas.

Creo que todo estaba muy igualado, no sabía a quién elegir hasta que llegaron las fotografías enviadas por Modo Zombi, realizadas por Pablo y con Desi haciendo de Verona. Porque la ganadora es...

VERONA posando con el libro y el vaso de fuego.

Me explicaré: la he elegido porque, uno, porque apostó por recrear a un personaje de la obra, con todo lo que eso conlleva de esfuerzo. Dos, porque la sesión consta de 11 fotos. Y tres, porque nunca antes Desi se había mostrado en público. Espero que muchos de vosotros estéis de acuerdo con la decisión.




jueves, 13 de diciembre de 2012

Las 10 fotografías elegidas

Aquí os dejo las DIEZ fotografías elegidas en el concurso que planteé a través de facebook y twitter. Los 10 autores de las mismas recibirán en su casa un Christmas castrogueriano (con motivos del Vintage62) y un preservativo de "El Manantial".

Mañana viernes diré quién es el elegido para llevarse además un ejemplar de la antología "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos" y el Capítulo 0 de "La Guerra de la Doble Muerte". 

GRACIAS a todos por participar. 


















jueves, 6 de diciembre de 2012

Uno de mis conciertos favoritos

No recuerdo la cantidad de años que hace que escuché este precioso Concierto para violín y orquesta nº 3, de Wolfgang Amadeus Mozart. Os lo dejo en una versión histótica. Se realizó en Estocolmo el día 8 de diciembre de 1968. El gran protagonista de la velada es uno de los mejores violinistas del siglo XX, David Oistrakh. Habréis de perdonar el sonido algo defectuoso en beneficio de la historicidad del documento. Amigos mozartianos de la Casa Deshabitada, a disfrutar. 



sábado, 1 de diciembre de 2012

¿Quieres un christmas castrogueriano?

¿Quieres recibir en casa el christmas castrogueriano en casa y un preservativo, exclusivo y único, de "El Manantial"? Además, ¿quieres optar al sorteo de una antología "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos" y a una sorpresa más? ¿Cómo?


 
1) Sólo tienes que subir a tu muro de facebook (o twitter), y etiquetarme, una fotografía con "El Manantial" o el "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos".
2) Da igual que ya hayas subido con anterioridad esa fotografía.
3) Es indiferente que salgas en ella o que no (pero ten en cuenta el punto el punto 4)
4) De entre todos los que subáis la foto, elegiré las 10 más originales. Serán estos los que reciban el christmas y el preservativo.
5) Entre estos 10 elegidos sortearé un ejemplar de la antología "Vintage'62". ¿Cuál es la sorpresa? Al afortunado, además, le pasaré por word el Capítulo 0 de "La Guerra de la Doble Muerte" (era el que cerraba la novela), toda una rareza, ya que no fue publicado en su día y aún permanece inédito.


¿Plazo? Hasta el día 12 de diciembre de 2012.
¿Gastos de envío? Corro con los gastos de envío solamente para España.

jueves, 29 de noviembre de 2012

La portada de la novela de A.López Aroca.

Pues después de comentaros durante semanas el tema de la financiación del proyecto de Alberto López Aroca, el de "Charlie Marlow y la Rata Gigante de Sumatra", ya se ha hecho pública la portada de la misma. La ilustración central es de Sergio Bleda, la tipografía de las letras del título es Baskerville y la composición es un homenaje al diseño realizado en la serie original del Baker Street Journal de los años 40.

Ahora sólo queda que se acabe de imprimir y comenzar con su lectura.


domingo, 25 de noviembre de 2012

El Drácula de Philip Glass

Aunque sé que hay muchos detractores de esta versión, recuerdo esta "revisión" del Drácula de Tod Browning con agrado, aunque sólo fuera por el hecho de ver cine en un teatro con música en directo, o lo que es lo mismo, el film siendo musicado al mismo tiempo que era proyectado. Y además, es que el nivel musical de la velada fue excelente. Tocaban el Cuarteto Kronos y les acompañaba al piano Philip Glass.

La portada del cd
Para que veais la importancia que tuvo la gira del Kronos y Ph.Glass, os diré que comenzó el 1 de julio del 2000 en el Cinema Lietuva, dentro del Vilnius Festival 2000 (Lituania). Entre los días 4 a 8 de julio estuvieron en el Auditorium di Milano, en el Parco Naturale San Bartolo, Gabicce y en la Cavea del nuovo Auditorium, Roma (Italia). El día 9 actuaron en Festival del Castell de Peralada, Girona.

Fue el jueves 11 de julio cuando tuve el privilegio de ver la obra de Browning con la música de Philip Glass en el Teatro Cervantes, Málaga.

Luego siguieron camino hasta Santiago de Compostela para reponerla en el Cementerio de Santo Domingo de Bonaval, A Coruña. La gira, durante todo ese año del 2000 comprendió estas cuidades Koblenz y Düsseldorf (Alemania), Lisboa (Portugal), Zug (Suiza) Dublin (Irlanda), Amsterdam (Holanda), Lyon (Francia), St. Pölten (Austria),  Toronto (Canadá), Hong Kong (China) y en EE.UU., Virginia, Tucson, Tempe, Columbus, Illinois, Chicago,  Minneapolis, Iowa, Kansas, Austin, Massachusetts y New Jersey.

Aquí podéis ver cómo queda la película de Browning con el especial color que le presta la banda sonora compuesta por P.Glass:   http://www.youtube.com/watch?v=-sEeFgfCSmk

Ahora os dejo un fragmento de la música de Ph.Glass. Que la disfrutéis. 

martes, 20 de noviembre de 2012

El hijoputa ese (relato original de Emilio J.Bernal)

Nuestra primera colaboración viene firmada por...

Emilio J. Bernal, nacido en Jerez de la Frontera (Cádiz), pero actualmente afincado en Vila-seca de Solcina (Tarragona), compagina su trabajo como auxiliar de psiquiatría con su afición por la escritura. En sus horas de ocio acude a lectura y al cine, preferentemente de terror. Los Zombis entran dentro de sus mayores inquietudes, consumiendo todo tipo de contenidos referentes a ellos. Entre tanto, saca tiempo para ir añadiendo entradas en su blog personal http://desdelamorgue.blogspot.com

El autor, E.J.Bernal


He aquí el relato en cuestión:



“EL HIJOPUTA ESE…”
Emilio J. Bernal

– ¿Por qué los paquetes de salchichas siempre llevan siete salchichas? -pregunta doña Dolores a Luis el tendero.
Luis, que conoce a doña Dolores desde hacía veinte años, es consciente de que la anciana "pierde" desde hacía un buen tiempo. Pero siempre fue una buena clienta, y aunque fueran ya las diez de la noche y estuviera a punto de echar el cierre, Luis le da cancha.
– Doña Dolores, ¿como está su marido? -pregunta Luis a la anciana siendo consciente de que Paco, su marido, falleció hace dos semanas.
– El "hijoputa" ese dando por culo, como siempre.
Doña Dolores siempre utilizó ese tipo de expresiones sin ningún tipo de maldad, y su matrimonio había sido idílico hasta el final. Luis los recuerda como dos abuelos cascarrabias que disfrutaban haciéndose rabiar mutuamente. Era su peculiar manera de demostrarse amor, fruto de cincuenta y seis años de soportarse sus manías.
– ¿Sabes que pasa hijo? Que cuando le hago salchichas, el viejo siempre quiere cuatro y yo me tengo que quedar con tres.
– ¿Y por qué no compra usted dos paquetes?, así serán pares.
– Luis no me líes, no me líes. ¿Para que quiero yo tantas salchichas?
El ding-dong de la puerta del establecimiento suena y entra un chico joven que parece salido de una película de Tim Burton. Doña Dolores se lo mira de arriba abajo con cara de asco a lo que el joven responde de igual manera y acto seguido se dirige a Luis.
– Oye tronco, ¿vendes hielo?
Doña Dolores contrae la cara y no puede evitar inmiscuirse en la conversación.
– Se llama Luis.
– ¿Tengo cara de que me interese, vieja? – responde el siniestro dando muestras del rechazo que le produce la anciana, que en ese momento se santigua.
– Oye joven, tenga un poco de respeto por la señora, ella también tiene un nombre, es Doña Dolores – le reprocha el tendero al hijo de Drácula.
– Veo que aquí todos tenéis unos nombres preciosos. Pues yo también tengo uno y bien guapo. Me podéis llamar “Cabrón Rabioso”. Así que ya puedes ir poniéndome dos bolsas de hielo y un librillo de papel de fumar, calvito – le ordena a Luis en tono de sorna.
Luis, que es un señor muy prudente, opta por cerrar el pico y atender al señor Cabrón Rabioso antes de que la situación se vaya de madre. No merece la pena discutir con gentuza así y me menos estando una anciana delante que podría resultar dañada.
Doña Dolores permanece impertérrita, sigue mirando al primo blanco de “Blade” de arriba abajo, rollo escáner y con un gesto frío y serio. A Luis esa actitud de Doña Dolores le pone nervioso. El señor Cabrón Rabioso podría interpretarla como un desafío.
– ¿Tienes problemas de cadera, hijo? – interroga Doña Dolores al joven.
– ¿qué dice ahora esta vieja loca? – pregunta ahora el siniestro al tendero.
Luis le responde encogiéndose de hombros y levantando las cejas en señal de no tener respuesta.
– A mi hijo el mayor, cuando iba al colegio, le tuvimos que poner un suplemento así en el zapato izquierdo porque se le desgastaba el hueso de la cadera…
Luis, al darse cuenta de a qué se refería la anciana, no sabía donde meterse. El paliducho joven calzaba unas de esas botas de plataformas negras, llenas de tachuelas, cadenas y demás cachivaches. De no ser porque Doña Dolores estaba senil, Luis el tendero hubiera pensado que se reía de aquel flacucho con cara de muerto.
El joven, incrédulo, se mira el zapato para después mirar a la anciana.
– Oye, chaval, no se lo tengas en cuenta. La pobre es mayor y a veces dice cosas sin pensar… – intenta mediar Luis.
El señor Cabrón Rabioso mira a uno y a otro sin saber muy bien que hacer. Se siente humillado y nota como una quemazón crece en su estómago. Está furioso. Introduce la mano en uno de los bolsillos de su cazadora negra de tres cuartos y saca una navaja. Se abalanza contra Doña Dolores.
– ¡Tú, vieja de mierda! Ahora te vas a sentar ahí y te vas a callar la puta boca… – agarra a la anciana por el cuello poniéndole la navaja sobre la mejilla y la sienta bruscamente en una silla de enea. – y ¡tú, calvo de los cojones! No sólo vas a darme lo que te pedí, sino que además me vas a dar todo el dinero que tengas en la caja…
– Paco, ¿qué prefieres que te haga para la cena? ¿Un poquito de pescado o una poquita de verdura hecha así como a ti te gustan? – doña Dolores ha sacado el móvil, uno de esos modelos de teclas gigantes especiales para ancianos, y está hablando con su fallecido esposo. – Bueno, ya estamos con lo mismo de siempre… pues mira, si no te decides ya sabes donde está el almacén de Luis, te vienes y se lo dices tú. Ah, y no piques por ahí que después no me comes.
Luis está pasmado mirando a su vieja clienta. El señor Cabrón Rabioso simplemente no da crédito.
– Si que está zumbada la vieja – piensa el siniestro en voz alta– Calvito, ¿te he dicho que pares? Sigue haciendo lo que te acabo de pedir – amenaza a Luis señalándole la caja con el cuchillo.
– Por favor, joven, si quiere hacerme daño a mí, hágamelo. Pero haga el favor de dejar que la señora se marche.
-Cállate la jodida boca y sigue a lo tuyo. Aquí y ahora las normas las pongo yo. La vieja se queda aquí y punto. ¿Pretende que la deje marchar para que, en cuanto salga por la puerta, alerte a todo el barrio de lo que aquí esta sucediendo? ¿Piensas que soy gilipollas?
Con un gesto bastante violento arranca el móvil de las manos de la anciana. Doña Dolores no parece asustada. En vez de mirar a su agresor con miedo le mira con un aire de reproche. Como miraría a su nieto si le hubiera roto su jarrón favorito. Ahí estaba Doña Dolores con sus brazos cruzados, monedero bajo el sobaco y roete blanco impoluto.
Luis, por el contrario estaba bastante asustado. Nunca había tenido que enfrentar una situación similar a esta. Como mucho había pillado alguna vez a Diego, el hijo de la carnicera robándole unos Donuts. Pero nada de importancia, cosas de críos. Sin embargo ahora la cosa se había puesto fea. El olor a especias habitual de la tienda de pronto era más intenso a la percepción de Luis así como el tic-tac del reloj de pared que tenía sobre su cabeza. Termina de sacar hasta la última moneda de la caja y se lo entrega todo al delincuente.
– Se lo pido por favor no le haga daño, lo acaba de ver, hablaba con su marido que lleva dos semanas muerto. No esta bien la mujer. No puede tomarse tan a pecho las palabras de una pobre y enferma anciana.
– Bien, ahora haremos lo siguiente, yo comenzaré a caminar hacia atrás lentamente. No quiero movimientos bruscos. No quiero oír ni una sola palabra. Saldré de la tienda y por vuestro bien, haced como si aquí no hubiera ocurrido nada. De lo contrario sabré donde encontraros y os aseguro que si os vuelvo a hacer una visita no os resultará nada agradable. Por lo demás, sólo deciros que gracias por estos presentes – amenaza el señor Cabrón Rabioso utilizando un tono burlesco en esta última frase de gratitud.
Ni Luis ni Doña Dolores hacen ningún comentario al respecto. El escuálido atracador comienza a caminar, dando pasos hacia atrás, en dirección a la puerta de la tienda sin quitarles los ojos de encima a sus víctimas.
A tan solo dos pasos de lograr su huida el ding-dong de la puerta suena a espaldas del señor Cabrón Rabioso. Un intenso olor se hace presente en toda la tienda. El atracador intenta girarse pero algo hace que espere unos segundos. La reacción de Luis le ha descolocado. Luis tiene la cara desencajada y ha caído sobre las estanterías que tiene detrás. Cayéndole encima todo tipo de latas de conservas. Doña Dolores, por su lado, actúa con normalidad, sonríe incluso. Sin poder reprimir más el acto instintivo, el señor Cabrón Rabioso mira a su espalda. Sólo llega a ver como algo se le echa encima. Después todo se torna oscuro para él.
A Luis le tiemblan las piernas. El tacto húmedo y caliente sobre sus muslos le indica que acaba de mearse encima. Está tirado en el suelo, rodeado de comida enlatada, y con los músculos agarrotados por el miedo. Mira hacia arriba y ve como la cara de Doña Dolores asoma por encima del mostrador preocupada por su estado.
– Luis, ¿estás bien? Levántate, que ha venido mi Paco a verte – le comenta la anciana divertida.
Luis, que se niega a admitir que ha visto lo que acababa de ver, empieza a levantarse de forma lastimosa. Cuando por fin logra la verticalidad, en su tienda sólo ve a Doña Dolores. Ya no estaba el señor Cabrón Rabioso y mucho menos aquella cosa que entró después. Sin embargo si que había algo que no le era familiar. Un sonido. Un sonido baboso, pringoso. Y una especie de gruñido. Y ese olor…
Doña Dolores, al otro lado del mostrador, permanecía mirando al suelo. Luis percibe que el sonido proviene de ahí y se incorpora por encima para ver que sucede.
El señor Cabrón Rabioso está tumbado boca arriba. Sobre él, un señor mayor con un estado de putrefacción considerable está comiéndose sus entrañas.
– El “hijoputa” éste siempre me hace lo mismo, Luis, – le dice Doña Dolores a un Luis que ya está vomitando hasta por los ojos – pica por ahí y después no me come en casa.
Luis vuelve a caer al suelo, exactamente al lugar de antes, y queda hecho un ovillo bañado por sus propios vómitos. Doña Dolores vuelve a asomarse.
– Luis, ¿por qué los paquetes de salchichas siempre llevan siete salchichas?




domingo, 18 de noviembre de 2012

La ópera de un artista de cine

El autor no es otro que BERNARD HERRMANN, el famoso compositor de bandas sonoras. Y la ópera en cuestión es CUMBRES BORRASCOSAS (Wuthering Heights), en un Prólogo, 4 actos y un Epílogo. El libreto es de Lucille Fletcher basada en la obra homónina de Emily Brontë. Fue compuesta entre los años 1943 y 1951. Valga el dato que en esa época ya trabajaba en el cine y con notable éxito. Recordemos que de aquellos años son "Ana y el rey de Siam" (1946), por la que fue nominado al Óscar, "El fantasma y la señora Muir" (1947) y "Ultimátum a la Tierra" (1951). 


Os dejo en tres enlaces youtube la ópera completa. Este es el reparto, donde hay grandes nombres, apoyado sobre la Orchestre National de Montpellier Languedoc-Roussillon y la dirección de Alain Altinoglu.

Laura Aikin (Soprano): Catherine Earnshaw
Boaz Daniel (Baritono): Heathcliff
Vincent Le Texier (Baritono): Hindley Earnshaw
Hanna Schaer (Mezzo-soprano): Nelly Linton
Yves Saelens (Tenore): Linton
Marianne Crebassa (Mezzo-soprano): Isabella Linton
Carlo Kang (Basso): Joseph
Nicolas Cavallier (Baritono): Mr Lockwood


Prólogo


Actos 1º y 2º


Actos 3º y 4º, y Epílogo

jueves, 15 de noviembre de 2012

Recomendación del Mes de Noviembre



TÍTULO: El ilusionista
TÍTULO ORIGINAL: L'illusionniste
DIRECTOR: Sylvain Chomet
AÑO: 2010
DURACIÓN: 76 min.
GUIÓN: Sylvain Chomet, Jacques Tati
MÚSICA: Sylvain Chomet

SINOPSIS (extraída de FilmAffinity): Cuenta la historia de un viejo mago que trata de no defraudar a una niña convencida de que sus trucos de magia son reales. Segunda película del director de "Bienvenidos a Belleville", basada en un guión de Jacques Tati que nunca fue producido.


El ilusionista en una de sus actuaciones

Esta reseña debería decírtela al oído, muy bajito, o que la leyeras a la luz de una vela, o oscuras, más que nada para ir en consonancia con el espíritu de la obra. Tenlo en cuenta. Deten tu vida y regálate estos minutos. O mejor aún, regálate un pase de El ilusionista. No se me ocurre película más otoñal que esta, más apropiada para este noviembre lluvioso. Encierra una historia de una tristeza hermosa.

Aunque Sylvain Chomet diga en un tramo de la película que "los magos no existen", Jacques Tati y el propio Chomet se desvelan como dos magos consumados. La preparación en este número mágico cinematográfico lo es todo: las luces son tenues, los colores cálidos y la historia, un caramelo que ha de ser degustado casi en silencio. Porque todo sucederá con la tranquilidad de un domingo interminable, de un atardecer. No hay más sobresaltos que los impuestos por la walkyria que se desgañita en una fiesta al aire libre o el ritmo de The Britoons. La música del propio Chomet acompaña, subraya, sombrea de manera elegante esta obra.


Escuchad esta pieza, la final, de una belleza incomparable.



Avalan el acierto de la propuesta la cantidad de nominaciones y premios recibidos entre 2010 y 2011, casi tantos como minutos tiene la obra. A saber: fue nominada a la Mejor película de animación en los Óscar de Hollywood, y en la misma modalidad en los Premios Cesar, Premios del Cine Europeo, Globos de Oro, Satellite Awards y por la Asociación de Críticos de Los Angeles, entre otros muchos. Sería largo y prolijo listarlos todos.

La película comienza en blanco y negro para dejar paso rápidamente al color, tan pronto como aparecen los títulos de créditos. El ilusionista, Tatischeff, viste un traje burdeos, algo corto para su elevada estatura. Por los puños de la chaqueta asoman los de la camisa blanca, y por los bajos de pantalón se dejan ver unos calcetines naranjas, que hacen juego con la pajarita, del mismo color. Basta con verle la cara, esas ojeras y esa caída de ojos, basta con escucharle hablar en voz baja u observar como se mueve con mesura, para advertir que Tatischeff esconde un drama. Sin embargo Chomet no incide en él, lo deja en interrogante (quien haya visto la película sabrá si se desvela o no).

Cansado de bregar con grupos adorados por miles de adolescentes (llámese The Britoons) y con teatros medio vacíos, emprende un periplo que le lleva a Escocia, a Edimburgo. El nudo de la obra se plantea con la aparición de Alice, una muchachita que limpia la casa donde se aloja durante unos días. Acaso deslumbrada por los trucos del ilusionista o hastiada de la vida que lleva, dedice seguir a escondidas a Tatischeff.




Destacar el especial color de los paisajes, de las calles, el cuidado en los escanarios, en el juego de luces. Verdaderamente la obra respira amor por el trabajo bien hecho por los cuatro costados. El director pone especial énfasis en retratar la ciudad de Edimburgo: sus calles, sus edificios más significativos, el tráfico que no cesa. El ilusionista fue estrenada en Francia el 16 de junio de 2010 en 84 salas de cine, recaudando 600 mil dólares en su primer fin de semana.19 Hacia diciembre de 2011, la película ha recaudado más de 5,5 millones de dólares a lo largo del mundo.



Para acabar, advertir a los que aún no la habéis visto que os fijéis en el momento en que el protagonista entra en la sala de cine y, cómo no, en el maravilloso último minuto. No añado nada más para que los disfrutéis.

Esta es mi recomendación para el mes de noviembre. Una verdadera joya del cine de animación. 

viernes, 9 de noviembre de 2012

Entrevista a Javier Cosnava, el autor de 1936Z


En primer lugar os dejaré una biografía esquemática de Javier Cosnava, a quien convocamos en esta Casa Deshabitada con motivo de la publicación de su última novela, 1936Z La Guerra Civil Zombi

JAVIER COSNAVA (Hospitalet de Llobregat, 1971) es escritor, aparte de columnista habitual en los periódicos de las cuencas asturianas Ciudad Lineal y Comarca Caudal. Ha publicado varios cómics como guionista: "Mi Heroína",  "Un Buen Hombre", "Prisionero en Mauthausen"..., y también dos novelas: “De los Demonios de la Mente” y “Diario de una Adolescente del Futuro”. Ha participado en la antología "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos" (Sportula) y espera publicar un relato en el "Vintage'63".

Dejemos que Cosnava nos hable de su novela.

1.- ¿Cuál fue el germen de este proyecto tan ambicioso? Sé que llevas mucho tiempo trabajando en él, pero desde cuándo.

Llevo tanto tiempo trabajando en este proyecto que es casi como si lo llevase haciendo desde siempre. Rebuscando hace no mucho en textos antiguos encontré parte de esta historia, de cuando se llamaba "bienvenidos al paraíso", que data de 1991. La mayor parte de los textos, eso sí, datan de finales de los 90 y luego de una larga pausa hasta el 2009 cuando me pongo definitivamente con esta historia. Inicialmente quería contar la historia de una familia anclada en un pueblo extraño y perturbador dominado por el vudú y los zombis. Una parte de la novela 1936 Z se desarrolla en el pueblo de Villanueva del Alcázar y, al principio, sólo existía esa parte en mi cabeza. Durante más de 15 años únicamente aparecía el pueblo de Villanueva, las vicisitudes de sus protagonistas y los enfrentamientos entre zombies de diferentes bandos en torno al pueblo durante la guerra civil. Fue en los últimos años cuando decidí al hilo de todo el material que tenía escrito contar de pasada la historia de toda la Guerra civil española. Por otro lado, también he de decir que buena parte del material es muy antiguo a nivel de estilo y apenas hay nada aprovechable… pero es como si mirase una película antigua y me inspirarse en mis propios escritos pretéritos para escribir los modernos.

 
2.- ¿Cuánto sabías del vudú antes de documentarte y cuánto ahora?
 
No pretendo ser un experto en el vudú. He leído muchos libros a lo largo de los años pero no creo que un conocimiento exhaustivo de ningún asunto te permita escribir una obra mejor al respecto. Debido a la beca que gane para viajar a campos de exterminio en el 2008 y a mis estudios de historia, mis conocimientos sobre la Alemania nazi son bastante amplios, y sin embargo a la hora de escribir uno debe cobrar distancia y que no se note demasiado todo lo que ha estudiado, porque puede tener la tentación de verterlo en lo que escribe cuando el lector no necesita saber 1000 cosas que tú has aprendido. Mis conocimientos sobre el vudú son los suficientes para escribir 1936 Z pero tampoco tenía la intención de convertirme en un gran experto porque no quería desvirtuar la narración, el ritmo que necesita toda novela. No es por tanto 1936 Z una clase magistral sobre el vudú o sobre las religiones afro americanas. Trato de ser respetuoso con ellas pero sólo son un marco para situar historia.

 
3.- Háblame de los dos barones: Lacroix y Samedi. 

Los dos barones son loas, espíritus de la religión vuduista. Eso, en el mundo real. En mi novela son dos seres condenados a servir a la magia negra por culpa de dos brujos. Profundamente amargados y vengativos (una característica muy propia de los espíritus del vudú) conducirán a los diferentes personajes de la novela por unos derroteros que en nadie más que ellos conocen. Para mí resultaba muy interesante como escritor que dos buenas personas, como eran en esencia los barones antes de que los condenasen a vagar como espíritus, evolucionen hasta convertirse, no en unos seres malvados, pero si en seres maquiavélicos, que manipulan a todo el mundo a su antojo. Esto sobre todo lo digo por el Lacroix, ya que el Samedi es un ser que ha asimilado mucho peor su condición de espíritu y nunca llega a asumir del todo su desgracia, dejando en manos del Lacroix la resolución de la mayor parte de los problemas que le surgen. Según avancen los libros las diferencias entre ambos se harán todavía más acusadas.

El barón Lacroix
 
4.- ¿Qué porcentaje de ficción hay en una novela de este tipo que versa sobre la Guerra Civil? 

Ficción lo es todo; aunque inspirada en hechos reales, todo lo que cuento es fruto de mi invención. Eso sí, he intentado ser fiel a los personajes históricos y a los sucesos. Creo que una persona que no conozca más que superficialmente la Guerra civil española puede perfectamente aprender mucho de cuanto sucedió a partir de esta novela, pero siempre desde un marco general. Todas las acciones que realizan mis personajes son, ya lo he dicho, inventadas. Cuando aparecen personajes históricos, como Franco, actúan en la forma en la que yo creo que hubiesen actuado en la situación de que la guerra civil hubiese estado dominada por los ejércitos de zombies pero claro, eso no sucedió en realidad. A la hora de retratar cada personaje histórico me he formado mi propia opinión sin tener en cuenta la historiografía de derechas ni la de izquierdas. Por ejemplo, durante décadas la historiografía de izquierdas nos ha dibujado a un Francisco franco ignorante y bastante tontorrón, con un nivel de cultura medio bajo que, de forma milagrosa, había conseguido sus objetivos y sobrevivir a la guerra civil y la mundial, gracias básicamente a una combinación de suerte y determinación. La historiografía de derechas, sobre todo últimamente, ha comenzado a vendernos otra idea, no menos absurda, sobre que la guerra civil fue algo inevitable por culpa de las izquierdas y Franco básicamente vino a salvarnos. En mi novela, Franco es un aprendiz de dictador, no quiere salvar a nadie pero por otro lado no es ningún tonto. Es más: es un hombre profundamente intuitivo e inteligente tal y como era en verdad; tal vez su inteligencia no manara de la erudición pero la erudición y las lecturas no te hacen necesariamente inteligente: yo conozco gente muy leída que es profundamente tonta. Mi Franco es como el real: un tío muy listo. Como ejemplo de lo que te digo una anécdota que pocos saben. Poco antes de empezar la guerra del Vietnam Franco aconsejó a los Estados Unidos que no apoyasen a los vietnamitas del sur contra el norte y no entrasen en una guerra que iban a perder. En ese momento tal vez fuera el único estadista que pensara de forma coherente y se diera cuenta de que aquella guerra en una trampa mortal. Esto es porque Franco era un hombre (un dictador) con una inteligencia natural que no podemos despreciar a la hora de definir al personaje por muy mal que nos caiga como persona.

 
5.- ¿Hay algún autor de novela histórica que hayas leído a modo de inspiración? Háblanos de esas lecturas.
 
Hay una autora de novela histórica que me encanta. Se llama Colleen Maccullough. Pero no creo que haya sido una inspiración para mí ya que lo que ella hace poco tiene que ver con mi propuesta de la guerra civil zombie. Si algún autor que yo percibo influyente en el conjunto de mi obra es Dostoievski. Los personajes extremos, las pasiones sin límite y cierta verborrea de mis protagonistas son muy propias del gran escritor ruso. El propio barón Lacroix es un ejemplo de personaje que podría haber descrito perfectamente Dostoievski.
Como inspiración en lo histórico de 1936 Z más bien cabría hablar de ensayos históricos y si tuviera que destacar uno destacaría el libro de Paul Preston Las Tres Españas del 36. La idea de la tercera España es algo central en 1936 Z y de hecho en la continuación habrá zombies de la tercera España aparte de zombies de los dos bandos y del bando filonazi de Von Sebottendorf, también llamados zombies del espejo o zombies de Venus.

Acompañan a Cosnava, V.Blázquez (centro) y un servidor (dcha.)

6.- Tratar de llevar la literatura de autor al terreno zombi es muy arriesgado. ¿Temes el veredicto de los lectores más puristas, que se les escapen claves de la obra? 

Yo, sinceramente, creo que el género zombi está necesitado precisamente de novelas alternativas, de obras que aborden el entretenimiento y otra cosa además, porque sin despreciar el entretenimiento... la literatura puede derivar hacia cualquier otro camino y estoy convencido que los lectores se van a sorprender gratamente como ya lo hicieron con las obras de Alejandro Castroguer, que fue el primer autor como bien sabes que introdujo la novela de autor en el género zombi. Y con grandes resultados jajaja
Para acabar te diré que estoy deseando que todos, puristas y no puristas, opinen sobre mi guerra civil zombie. Espero de todo corazón que les guste a ellos leerla tanto como yo disfruté escribiéndola.

 
7.- Háblame de tus proyectos futuros. 

Estoy escribiendo 1937Z: Poe contra Lovecraft. El barón Lacroix se trae a un Lovecraft moribundo a la batalla de Madrid y la del Jarama y se enfrentan a un descendiente de Poe que asesina mujeres. O sea, que la lío gorda en la continuación jajaja.
Un fuerte abrazo desde Asturias a todos los seguidores de lo Z y en general de la buena literatura. Y otro para ti, Alejandro! Ah, y una reflexión final: 1936Z LO VA A PETAR!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!