Blog personal de Alejandro Castroguer

En este blog podrás estar al tanto de las noticias que generen las novelas "GLENN" (Premio Jaén de Novela 2015), "LA GUERRA DE LA DOBLE MUERTE", "EL ÚLTIMO REFUGIO", "EL MANANTIAL" y "HOLMES Y EL CASO DE LOS OCHO ESTÓMAGOS", y las antologías "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos" y "Vintage'63: J.F.K. y otros monstruos" entre otras. Además, es lugar de encuentro para amantes del cine, la literatura, la buena música y las aventuras del Rey Mono.

domingo, 26 de noviembre de 2017

martes, 7 de noviembre de 2017

La condesa Pejacevic

 
Es preciso que yo defienda o ensalce la música escrita por una mujer por el simple hecho de ser mujer. Pues no: su música ES por sí misma, y por si no fuese bastante, además de valiosa, ha sobrevivido al paso del tiempo. 

Ella fue Dora Pejacevic. Nació en 1885, murió en 1923. Perteneció a la familia noble de los Pejacevic. Además de condesa, fue la compositora croata más importante de su época. 


Para muestra, un par de botones. En primer lugar, aquí tenéis su hermosa "Sonata para chelo y piano en Mi menor Op. 35", redactada en 1913.
 

Y ahora su "Trío para violín, chelo y piano en Do mayor Op. 29", escrito en 1910.



lunes, 6 de noviembre de 2017

Portada y preventa: "Holmes y el caso de los 8 estómagos"

Pues ya está, a falta de unos mínimos retoques. Ésta es la portada. 



Podéis acceder a la preventa a través de este enlace: 
http://gasmaskeditores.com/?product=holmes-y-el-caso-de-los-ocho-estomagos-alejandro-castroguer 

domingo, 5 de noviembre de 2017

Pau, la música y la paz

Un documental, con los tiempos que corren, más que necesario: 
PAU CASALS Y LA PAZ.


sábado, 4 de noviembre de 2017

Camino del Universo: "Me tragó el igualma"




Título: Me tragó el igualma
Autora: Víctor Guisado Muñoz
Año: 2017
Páginas: 155
Editorial: El Transbordador

Sinopsis (texto de contraportada): Al morir su madre, el protagonista de Me tragó el igualma no es más que un niño y se ve obligado a vivir con su padre, poeta vagabundo que se dedica a cosechar los frutos de los árboles-monte. Juntos, recorren el mundo durante años. El padre es minero del verso, brujo de la palabra y domador de fuerzas telúricas; como tal, sabe que su destino está sellado. El hijo, en cambio, contempla insomne las estrellas mientras ansía liberarse de la gravedad planetaria.

¿Está el ser humano, a estas alturas de la historia, a salvo de las fuerzas que esculpen al resto de seres vivos? ¿Es dueño y señor de su propia evolución? ¿Qué quedaría de él, si decidiera ser escultor de sí mismo? ¿Reconoceríamos nuestro cuerpo, o nuestras emociones, al cabo de pocos siglos? Cuando acusan a su padre de terrorista y lo encarcelan, muchos lo exhortan a defender la obra de su progenitor mediante la fuerza de las armas. Él, sin embargo, recuerda las estrellas y considera que ha llegado la hora de dejar todo atrás, amores y deberes, horarios y recuerdos, para asumir su destino como hombre… o como igualma.


Víctor Guisado en el momento de la firma del contrato


"Todo el mundo sabe que los igualmas ciegos mueren de tristeza en otoño. Cuando regreso al hogar después de un largo viaje, he de procurar que la emoción no se desborde a través de mis ojos en forma de lágrimas. El frío del espacio las cristalizaría, y los cristales romperían mis ojos. Al no poder ver nunca más el océano, moriría de tristeza en las primeras jornadas del próximo otoño." 

Así comienza esta novela. El tono de la misma, melancólico a veces, poético siempre, ya viene dado en este primer párrafo. Todo lo que encontrará el lector en sus páginas es un lirismo a flor de piel que desborda la historia y que conduce al protagonista, el Hijo del Poeta, hacia el punto final.



La poesía como redentora del hombre, y al mismo tiempo, arma antisistema. Árboles-monte, grandes como catedrales, tan grandes que dejan al aire sus raíces para convertirlas en laberintos. Las Ciudades Transparentes. El océano inacabable de Samudra. La casa de Jabulka. La locura que es capaz de despertar el cuerpo y los ojos Miel en todos cuantos la conocen. Cierto mensaje animalista. El amor. La desesperanza. La fuerza opresora e igualadora del sistema y sus corbatas asfixiantes. La comunidad de los Devorados. Todo esto, y por supuesto la presencia permanente del Universo y de los igualmas, tiene cabida en esta pequeña gran obra de Víctor Guisado.



"Mi debilidad es también mi fortaleza. ¿Qué sentido tienen el dolor y el sufrimiento humano a escala cósmica? Ninguno. Mi padre lo entendió antes que yo y así lo transmitió en las semillas que escribía. Por eso lo encerraron: porque el gobierno necesita que sigamos siendo pequeños primates temerosos del trueno y de la lluvia. Pero es imposible mirar cara a cara al Universo y seguir siendo meramente un Homo Sapiens. Miro fijamente al Cosmos hasta que me quedo ciego y la mente estalla. La contemplación del Cosmos es el virus mutágeno más poderoso que existe. A pesar de mi estómago, que sigue teniendo hambre y frío, ya no soy un hombre. Ya no tengo miedo y veo más allá de lo que me dictan las meras normas de la supervivencia darwiniana. El Universo ocurre, y no ocurre a mi alrededor: yo formo parte de él. Una parte insignificante."

Desde el nivel más elemental, desde el más terrestre, ese viaje iniciático que el Hijo del Poeta emprende en busca de la Vida, la Verdad y el Universo, Guisado Muñoz habla, por extensión, de la búsqueda que ha de emprender la Humanidad a la mayor brevedad posible. Ese camino que ha de hollar a fin de evitar el desastre al que nos aboca esa locura diaria de países que se enfrentan en pos de la supremacía mundial, de razas que no se soportan y se exterminan, de vecinos que se llevan a matar y se ponen zancadillas. A tenor de esta dualidad, el amor de Miel no es más que el principio, ese trampolín desde el que saltar en busca de un amor mucho más grande. Los igualmas están ahí, a la espera de que el protagonista o la Humanidad (en la novela, la comunidad de los Devorados), se decidan a dar el salto definitivo. 



"Durante toda mi vida había creído, quizá ingenuamente, que contemplar el Universo cambiaría al ser humano. Había creído que el tomar consciencia de su posición en el Universo, de su insignificante posición, lo haría mejor: más desprendido, más elevado. Pero quizá durante toda mi vida había estado equivocado: quizá conocer su insignificancia en el Universo sólo sirviera para dividir al hombre: entre aquéllos que no podían soportar la inmensidad del Universo y se aferrarían más que nunca a su pozo gravitatorio, casa, tribu y creencias, y aquéllos a los que le fascinaba esa inmensidad y no sólo no les infundía el más mínimo temor sino que eran capaces de contemplarla cara a cara totalmente desnudos, y entonces evolucionaban y se transformaban en ingrávidos, cromatófagos… o igualmas."

La novela, que salta por encima de las estrechas barreras del género, marida la ciencia ficción con ese realismo mágico que recuerda a autores como Torrente Ballester, Cunqueiro o Calvino. Un ejercicio similar, y por tanto necesario, al que ejecuta el Hijo del Poeta para llegar a ser algo más que un hombre. El Universo tiene la respuesta. Los igualmas también, en tanto intermediarios entre ambas realidades.

Antes de finalizar, advertir a los melómanos que se adentren en la novela que hay una escena (no especificaré más) donde suenan músicas muy famosas; a saber, el "Concierto para piano y orquesta nº 1 (1er. movimiento)" de Tchaikovsky, "La cabalgata de las walkirias" de Wagner, "Carmina Burana (O Fortuna)" de Orff, "Sinfonía nº 9 (4º movimiento) de Dvorak y "Mi Patria (El Moldava)" de Smetana. Una pequeña delicia musical que se esconde en el primer tercio de la obra. (He elaborado, a petición de Paco Mancera, una playlist en Spotify con la música que aparece en "Me tragó un igualma". Las cinco primeras piezas son selección de Guisado Muñoz. El resto son mías: https://open.spotify.com/user/alejandrocastroguer/playlist/604j6xoztzg78DlxHtGVCi )

En resumidad cuentas, una novela que emplea un lenguaje casi tan hermoso como el mensaje que transmite. Una pizca de esperanza para la literatura y para la Humanidad.