Muchos de los que habéis leído El Manantial sabéis que fue editada sin la pertinente corrección. Desde la editorial nunca se me aclaró si fue por culpa de quien figura como responsable de la misma, un tal Martín Castaño, o si fue (vaya usted a saber) culpa de un maldito fallo informático. Lo cierto es que la novela llegó a las librerías parcialmente mutilada. Si intachable es la maquetación de la misma, si genial es la portada de Alejandro Colucci, la correción (inexistente) arruinó el resto del trabajo.
Es por eso que, dos años y tres meses después, he escrito, de una parte, al editor y, de otra, al dueño de Dolmen. Haciendo gala de un tono conciliador, nada belicoso, les he pedido rescindir el contrato. Así, entiendo, se dejará de comercializar un trabajo por el que nunca se debió de cobrar 18€.
La respuesta de la editorial ha sido inmediata y, como no podía ser de otra manera, igualmente conciliadora. Se va a estudiar la posibilidad de retirar lo que queda de la edición defectuosa e imprimir una nueva, ya sea en el mismo formato o en bolsillo.
Hasta aquí lo que sé. Espero que al final, después de todo, el manantial fluya claro. Sangriento, pero claro. Ojalá.
espero que lo corrigan, la verdad es que he leido el libro y me ha encantado... bueno, eso se queda corto, a sido una lectura llena de furia y transgresora.
ResponderEliminarCosa que me ha convertido en un ávido lector de este tipo de literatura y por ello le doy las gracias al autor
Javier, gracias por tus palabras. Y sí, me juran que la edición en bolsillo saldrá perfectamente corregida.
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