
TÍTULO: Pandorum
AÑO: 2009
DURACIÓN: 108 min.
DIRECTOR: Christian Alvart
GUIÓN: Christian Alvart, Travis Milloy
MÚSICA: Michl Britsch
FOTOGRAFÍA: Wedigo von Schultzendorff
REPARTO: Dennis Quaid, Ben Foster, Antje Traue, Cam Gigandet, Norman Reedus...
GÉNERO: Ciencia-Ficción. Terror. Aventuras | Aventura espacial
SINOPSIS (extraída de FilmAffinity) : Dos miembros de la tripulación de una nave espacial, el Teniente Payton (Dennis Quaid) y el Cabo Bower (Ben Foster), se despiertan en sus cámaras de hibernación sin recordar nada de lo que ha sucedido: ni quiénes son, ni cuál era su misión o por qué, aparentemente, son los únicos supervivientes. Conforme se adentren en las zonas más profundas de la nave, descubrirán que no están solos...

En las distintas críticas consultadas en internet se le achaca cierto parecido con títulos clásicos como "Alien" o con alguno que otro de dudoso gusto cinematográfico como "Horizonte Final". Por supuesto no alcanza el nivel de la primera, pero a mí entender supera a la segunda, aunque sólo sea gracias a su cuidada escenografía. Todo transcurre en la nave Elysium, lanzada desde la Tierra con una extraña misión, más si cabe porque cuando despiertan los dos protagonistas han olvidado parte de sus recuerdos. Todo el diseño de la misma así como la fotografía consiguen el milagro de la claustrofobia.
La tensión se mantiene áspera durante la primera media hora. Se ha de lamentar que la constante en el cine actual de presentar monstruos, mutaciones, le reste fuerza a la obra, sobre todo cuando se empeñan los cerebros de este proyecto en hacerlos pelear con los protagonistas (sobre todo Nadia que si fuese rubia se nos parecería a la Jovovich de "Resident Evil"). Es como cuando veo a unos tipos pegándose con unos zombis (no hay nada más surreal). Y aquí surge un nuevo parecido, las criaturas se me antojan primas hermanas de las que sobreviven en las cuevas de "The Descent".
El título de Pandorum se debe al síndrome de disfunción orbital que pueden llegar a sufrir los tripulantes de este tipo de viajes espaciales. Un temblor en la mano es el primer sintoma. El director juega hábilmente con ello mientras se desarrollan distintas escenas de acción.
Es una película recomendable para pasar un buen rato. Lástima que se quede en eso, en siemple entretenimiento, cuando podría haber alcanzado la categoría de clásico moderno (me acuerdo ahora de "Moon").