"Elemental, doctor Freud", de Herbert Ross

TíTULO: Elemental, doctor Freud
TÍTULO ORIGINAL: The Seven-Per-Cent Solution
AÑO: 1976
DURACIÓN: 113 min.
DIRECTOR: Herbert Ross
GUIÓN: Nicholas Meyer
MÚSICA: John Addison
FOTOGRAFÍA: Oswald Morris

REPARTO: Vanessa Redgrave, Nicol Williamson, Alan Arkin, Robert Duvall, Laurence Olivier, ...

SINOPSIS (extraída de Filmaffinity): En el año 1890, el famoso detective Sherlock Holmes se ha convertido en un cocainómano que malvive en Londres. Después de una larga ausencia, su inseparable compañero, el Doctor Watson, vuelve a la capital inglesa para visitarle. Cuando llega a su casa, se encuentra a un Holmes paranoico, pálido y que desconfía hasta de su fiel amigo. Preocupado por su adicción a las drogas, Watson decide llevar al maestro de la deducción a Viena, donde vive el joven psicólogo Sigmund Freud, con la esperanza de que éste le ayude a superar su adicción.


Película de excelente factura donde todo está cuidado hasta el mínimo detalle, no en vano en 1976 fue nominada al mejor vestuario (amén de al mejor guión adaptado). Nada se encuentra fuera de lugar y todo encaja en su sitio, por mucho que el trío protagonista sea de lo más variopinto: Sherlock Holmes, el doctor Watson y Sigmund Freud. Y para encarnarlos tres nombres propios bien conocidos: Nicol Williamson ("Excalibur", "Robin y Mariam"), Robert Duvall ("Apocalypsis now", "El padrino") y Alan Arkin ("Sola en la oscuridad", "Que viene los rusos"). A ellos se les unen las aparaciones estelares de Vanessa Redgrave y Laurence Oliver, éste en el papel de Profesor Moriarty.



Tal vez el enfoque más original de esta obra sea su empeño por mostrarnos el lamentable estado del famoso detective por culpa de la cocaína. Hay que recordar que el título original es "La solución al siete po ciento", en clara alusión a la droga. Si en la obra de Doyle se habla de semejante mala costumbre que Holmes controla en todo momento y que le sirve de desahogo para sus periodos de apatía (y como tal es reflejada en otras tantas películas), en esta "Elemental doctor Freud" la adicción es innnegable y las consecuencias inimaginables. Por ello necesitará la ayuda del creador del psicoanálisis. La interpretación de Willliamson, que al principio puede no convencer del todo, gana con el trancurso del metraje, tanto que al final se identifica a las mil maravillas con el del Holmes más neurótico de la historia del cine.



Hacia el tramo final de la aventura creo necesario señalar el homenaje que hace el director a dos grandes clásicos a traves de una maravilloso persecución de trenes: "Los hermanos Marx en el Oeste", sólo falta que Sherlock grite aquello de Más madera, y a "El maquinista de la General ". Gustará a aquellos espectadores que se acerquen a ella desprovista de prejuicios y quieran un rato de diversión, y a los holmesianos de pro que no se lleven las manos a la cabeza ante tanto supuesto disparate. Apuntar en su debe que la presencia de Laurence Olivier, y por ende de Moriarty, sea testimonial, y que a Toby, el perro, el guión lo relegue a un papel tan secundario.

Muy recomendable por el puñado de actores que atesora y por mostrar la faceta menos amable de Sherlock Holmes. Yo por lo menos la he disfrutado al máximo.