A Slight Trick of the Mind (Un sencillo truco mental), de Mitch Cullin

 Título: Un sencillo truco mental

Título original: A slight trick of the mind

Autor: Mitch Cullin

Año: 2005

Páginas: 304 páginas

Editorial: Vía Magna, Crescendo

Encuadernación: Tapa blanda

Texto de la Contraportada: "Corre el año 1947 y Holmes, de 93 años y ya retirado, vive en una lejana granja en Sussex, donde sus recuerdos e intelecto comienzan a ir a la deriva. Vive con un ama de llaves y su joven hijo, Roger, cuyo comportamiento paciente y respetuoso despierta el afecto paternal de Holmes. La rutinaria vida de Holmes se limita al cuidado de su colmena, a la escritura de su diario y a la lidia con la disminución de la capacidad de su afilada mente, hasta que Roger se tropieza con un caso desconocido hasta el momento. Se trata de la señorita Keller, el antiguo objeto del profundo (y nunca reconocido) amor de Holmes. Holmes («un genio cuya curiosidad científica se eleva a la categoría de pasión heroica») es famoso por su capacidad de deducción. Su mundo se compone de evidencias puras y hechos incontestables, de observaciones y conclusiones sin mancillar por sentimientos personales. Cullin traspasa la fría e insensible superficie y nos revela, por primera vez, el mundo interior de un hombre obsesivamente reservado. Esta sutil e inteligente obra es más que una simple reinvención de un personaje clásico. Es una profunda reflexión sobre la imperfección de la memoria y sobre como, a medida que envejecemos, se altera inevitablemente el modo en el que vemos el mundo."

Esta es la novela en la que se basa el guión de la película "A Slight Trick of the Mind" que tendrá a Ian McKellen por Sherlock Holmes jubilado. Esta es su ficha en filmaffinity: 

http://www.filmaffinity.com/es/film875350.html

Reseña de la novela:

La propuesta que nos presenta el autor es una obra intimista en que lejos quedan ese aire ausente, cuando no abiertamente arrogante, del detective de Baker Street. Corre el año 1947 y Holmes cuenta con 93 años de edad. Para andar necesita dos bastones y la memoria le juega de continuo malas pasadas. Quizá por ello haya perdido la acidez de cuando vivía las aventuras canónicas de Conan Doyle.

Aquí queda poco que resolver, apenas ese sencillo truco mental del que habla el titulo. Lo que más peso tiene son los recuerdos del detective, tanto los lejanos como los más próximos en el tiempo. De aquellos queda la sombra del caso de la señora Ann Keller (atentos a la presencia de un instrumento musical tan raro como la armónica de cristal) y de éstos, el reciente viaje a Japón acompañado por Tamiki Umezaki y la desgracia que caerá sobre la señora Munro, su actual ama de llaves, y su hijo Roger.

Hay momentos, igualmente, para el recuerdo de Mycroft Holmes, del doctor Watson y de la señora Hudson, y en especial para sus muertes y el poso de amargura que dejaron en el detective. A pesar de que esta es la principal virtud de la obra, mostrar al Holmes más humano, hay algo en ella que (a mi juicio) no termina de cuajar, ya que parece que tres líneas argumentales giran en torno a la apicultura, al amor por las abejas del antiguo inquilino de Baker Street, y que sólo ello las une.

Aunque esto es poca cosa para quien quiera disfrutar de una nueva visión del compañero del doctor Watson. Eso sí, en el capítulo en que Umezaki y Holmes están delante de la cúpula Genbaku, el lugar donde estalló la bomba atómica de Hiroshima, eché en falta más implicación emocional por parte del autor.

No obstante, es una lectura interesante para todos los que amáis a Sherlock Holmes y ahora los que seguís la carrera de Ian McKellen. No olvidéis que lo leisteis en la Casa Deshabitada.