Ya hace un año. Sucedió un viernes 11 de septiembre de 2015.
Aún recuerdo la emoción cuando caí en la cuenta: la llamada telefónica que estaba atendiendo no era otra que la del Presidente de la Fundación Caja Granada. En ella, éste me dio a conocer el fallo del Premio Jaén: mi novela GLENN había resultado ganadora.
Rememoro ahora la explosión interior de alegría, la satisfacción infinita del trabajo bien hecho. Y el recuerdo inmediato para aquellas personas que por cosas de la vida no podían compartir conmigo ese instante de plenitud. Alegría y pena, todo dentro de uno, y en tal cantidad, que apenas sabía qué hacer. Evidentemente, lo primero fue telefonear a mi esposa y a mis padres. Y luego atender a los amigos que, habiéndose enterado, quisieron felicitarme.
Gracias a todos cuantos confiaron en mí. De corazón.
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