Hoy os traigo un poema inédito del poeta y novelista Luis Artigue. Se llama "Monasterio", y está disponible de libre acceso para todos los lectores en su web oficial, de la que, por cierto, extracto a continuación los datos más básicos de su extenso currículum. Luis Artigue (León, 1974) es licenciado en filología hispánica (UNED)
–amplió estudios en la Universidad de Toronto (Canadá) y en la
Universidad de Bath (Inglaterra) gracias a la Beca J&B-. Ha publicado 4 novelas, 7 libros de poemas y cientos de artículos en
periódicos y revistas, e impartido conferencias en Europa, América y
Asia.
Para quienes quieran curiosear en la web del autor, aquí tenéis su enlace:
www.luisartigue.es
MONASTERIO
El atardecer aún amoratado como una lombarda les parece –como este poema- un vicio sentimental a los ejecutivos con corbatas de colores barrocos y a los tenderos (lujuria de sensaciones olfativas viene desde los puestos de fruta) cuando me ven caminar con la mirada como abismada por el consuelo con rumbo al Monasterio. Es la reverberante hora de vísperas. Es el placer salvífico del silencio que me invita a volar por dentro de la mano de la luz, mientras se van disolviendo mis apegos así, con esa lenta violencia con la que la primavera hace brotar las flores. Es el sonido hipnótico de la canción de las canciones el cual introduce mi alma en mi alma como haciéndome volver a la dependencia uterina en la que me constituí un día y en la que ahora me reconstituyo cada día… Al salir del Monasterio ungido por la calma y la música el bostezante cielo nocturno es aún azul como si algo le quedara del día; como si algo le quedara de ella… En efecto mi madre tenía los ojos tan azules que era capaz de teñir de luz las cosas. Por eso, tras la gratitud cantada en antífonas de la tarde salgo al mundo en este otoño con luz de increíble belleza, miro al cielo azul cobalto, azul misterio, al cielo azul regreso, y yo le confío un encargo: dile a mi madre dulce como un perfume que estalla en el aire que la recuerdo, que la recuerdo. | ||||
maravilloso
ResponderEliminarGracias a ti, Elena, por pasar por aquí. Y por leer a Artigue.
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