"Regreso al trabajo después de diez días de vacaciones (...). No sé si las cosas han cambiado, o es que en Geschwind S.A. nunca lo hacen, o simplemente se hacen al revés por embrollar el trabajo y que todo funcione como el mismo culo. (...) La magnitud del desastre no sería de proporciones bíblicas si la Jefatura hubiese suplido mis vacaciones con un contrato; para ello hubieran bastado cuatro días hábiles de trabajo. Pues no, por mor de las fiestas de Fin de Año y las de Reyes, el trabajo acumulado alcanza el de diez días. Imaginaos la cantidad de cartas, citas médicas, recibos de agua o luz, notificaciones de toda clase, paquetes y certificados, que pueden acumularse en diez días sin reparto, los más importantes del año en esta empresa, pues durante la campaña de Navidad se triplica o cuadruplica el volumen de correo.
Para colmo de males, escasean esta mañana las gomillas, la herramienta de trabajo básica en esta empresa para poder confeccionar los hatillos de cartas con que llevarlas ordenadas y en perfecto orden de entrega. Es como si en una panadería faltase la harina, en una empresa de transporte de mercancías las ruedas de los camiones, o en un equipo de fútbol el balón de reglamento. Por eso decía antes que no sé si en Geschwind S.A. no han cambiado nunca las cosas, o van cambiando poco a poco para convertirla en la empresa peor organizada y gestionada de España."
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