Blog personal de Alejandro Castroguer

En este blog podrás estar al tanto de las noticias que generen las novelas "GLENN" (Premio Jaén de Novela 2015), "LA GUERRA DE LA DOBLE MUERTE", "EL ÚLTIMO REFUGIO", "EL MANANTIAL" y "HOLMES Y EL CASO DE LOS OCHO ESTÓMAGOS", y las antologías "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos" y "Vintage'63: J.F.K. y otros monstruos" entre otras. Además, es lugar de encuentro para amantes del cine, la literatura, la buena música y las aventuras del Rey Mono.

sábado, 17 de octubre de 2020

Antonio Castro-Guerrero se viste de género policíaco

 

 

Título: La centrocampista murió al amanecer

       II Premio Carlos Matallanas de novela breve

Autor: Antonio Castro-Guerrero

Año: 2020

Editorial: Libros Cúpula

Número de páginas: 152

Sinopsis (de la contraportada): Una llamada anónima advierte de que hay un cadáver en una de las torres de iluminación del estadio Vicente Calderón, que se encuentra en pleno proceso de demolición. El cuerpo sin vida corresponde a Nadia Coronado, una jugadora de veintidós años y estrella de un equipo modesto de la primera división de fútbol femenino. Todo apunta a que Nadia ha sido asesinada. La inspectora de homicidios Sol Trocás será la encargada de resolver el caso junto a la subinspectora Gemma Silom. Ambas policías no solo tendrán que averiguar quién mató a Nadia; también deberán enfrentarse a otro problema: el machismo aún existente en una parte de la sociedad.


Antes de nada señalar que la publicación de esta novela obedece a la convocatoria del II Premio Carlos Matallanas de Novela Breve, de la que resultó ganadora en marzo de este 2020. Edita Libros Cúpula con el auspicio de la AFE (Asociación de Futbolistas españoles). Todos los beneficios de la venta de la misma van destinados a FUNDELA (Fundación Española para la Investigación de la Esclerosis Lateral Amiotrófica). En estos tiempos tan duros que vivimos por culpa de una pandemia, nunca está de más un recordatorio a esas otras enfermedades que están ahí y no han desaparecido, acaso se hayan vuelto más invisibles de que lo ya eran de por sí. 

(Esta reseña ha sido escrita evitando en lo posible las revelaciones sustantivas, los odiosos spoliers.)

En lo referente a la novela, La centrocampista murió al amanecer, ¿qué decir de ella sin desvelar ningún dato relevante de la trama, o señalar por acción u omisión algún dato al posible o futuro lector que le permita elucubrar en una u otra dirección sin desorientarlo? Intentémoslo. De inmediato, a las pocas páginas, sabremos lo que ya declaran tanto el título de la obra como su portada: estamos ante el caso (¿posible?) de un asesinato o el suicidio (¿probable?) de una prometedora futbolista de 22 años. Y a poco que avancemos en sus páginas, descubriremos que el escenario y fondo (que a la vez se erige en protagonista) es el mundo del fútbol femenino, y todo cuanto lo rodea y asfixia, porque sus reivindicaciones laborales son inversamente proporcionales al presencia del machismo que todo lo toca y pudre. Entrenadores y no entrenadoras, presidentes y no presidentas, carencias sangrantes de todo tipo en los vestuarios, número de espectadores en las gradas, estadios tercermundistas, insultos proferidos a futbolistas o árbitras... Al novelista no le hace falta subrayarlo: cuanto rodea al caso de la muerte de Nadia Coronado huele y hiede a esta lacra. 

La centrocampista murió al amanecer se lee de un tirón, nada sobra. No hay tiempos muertos, ni disgresiones que conduzcan a un callejón sin salida, tan común en tantas otras obras "rellenapáginas" que casi se venden al peso. Todo cuanto ocurre tiene sentido, todo posibilita la resolución del misterio que envuelve a la muerte imprevista de una muchacha con todo el futuro por delante. A ninguno de cuantos leímos en su día "El último viaje de Sorolla" (desde este blog pedimos su reedición) nos sorprende la sabiduría "invsible" de Castro-Guerrero para retratar personajes y ambientes y escenarios, y hacerlo de manera sutil y justa (con precisión de miniaturista) sin que entorpezca el avance de la trama. 

Con todo, lo mejor de esta novela es la pareja protagonista, Sol y Gemma, inspectora y subinspectora de homicidios prespectivamente, personajes que beben de la más rica tradición literaria, desde el Quijote y Sancho Panza o Holmes y el doctor Watson hasta Carvalho y Biscuter. Porque es en su complicidad y en sus diferencias, también en cada uno de los diálogos que mantienen durante la investigación, donde estas mujeres crecen hasta el punto de quedársele pequeño este caso; sería de agredecer más aventuras y desventuras de esta pareja. (Para quien quiera descubrir por sí mism@ alguna de estas diferencias, le invitamos a que pase al párrafo siguiente.) Porque si a Sol Trocás le gusta la música clásica (Pagliacci, el Cuarteto nº 14 de Schubert, la Sinfonía nº 2 "Resurrección" de Mahler, el Lavapiés de Albéniz...), a Gemma Silom le entusiasman los verdiales. Si Sol es de Madrid, Gemma es de Barcelona. Si Sol a sus casi cincuenta conserva un cuerpo y figura envidiable, Gemma se siente acomplejada de su sobrepeso. Si Sol come con voracidad de escualo, Gemma está siempre a dieta. Si Sol permanece soltera, Gemma sobrelleva como puede su situación familiar.

Que en alguno de los pantagruélicos desayunos o almuerzos de la inspectora Sol Trocás sobrevuele la sombra de Carvalho y los suyos, no hace más que honrar las palabras que el novelista malagueño dedicase al maestro Vázquez Montalbán. En resumidas cuentas, una novela recomendable para todo seguidor del género policíaco y, yendo más allá, para todos cuantos quieran leer una novela impecablemente escrita y con dos personajes inolvidables. 

Si los hados lo permiten, auguramos una larga vida a Sol Trocás y a Gemma Silom, y una no menos fructífera carrera literaria a Antonio Castro-Guerrero. 

 

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