Blog personal de Alejandro Castroguer

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martes, 12 de diciembre de 2017

Experianza, de Alberto Vilas


Cuando un artista cree firmemente en lo que hace, el mensaje llega con nitidez al público. Ya sea un lienzo, una novela o un disco. El pianista y compositor Alberto Vilas, que ya ha visitado esta Casa Deshabitada con su Ubuntu (abajo el enlace a la reseña de este blog) y Crónica cromática (ídem), dejó sentadas las bases de su estilo en este su primer cedé, EXPERIANZA, y desde entonces cree ciegamente en la fuerza poética de la melodía. El jazz, universo musical donde todo es posible, tiene en el gallego a un músico de inagotables ideas, poco dado a las extravagancias, y que confiere a todas sus obras un sonido muy característico. Al oír el disco uno puede rastrear la sombra de otros grandes pianistas compositores, incluso el sabor de los clásicos.

El Habitante Incierto posa con el cedé
El saxo de Rosolino Marinelo enuncia el tema de Experianza, punteado luego por la guitarra de Felipe Villar . El piano de Alberto Vilas aparece compases después para decir la misma música, en primer término, y después llevarla por el camino de la divagación, sendero que transitarán en breve el saxo y la guitarra. Cuando parece que la pieza ha llegado al final, el piano señala a media voz un otro camino con una nueva melodía para acabar la pieza con una luz muy diferente a la del inicio.

Al principio de Océana el saxo navega sobre el oleaje de la rítmica, en manos de Javier Barral y Juansy Santomé, hasta que se agota. Aguarda la aparición del piano, que de inmediato practica el cabotaje del silencio, praxis en la que el compositor se muestra un maestro: escancia las notas casi una a una para que el resto de instrumentistas hallen el motivo musical exacto con que seguir adelante. La guitarra caza notas al vuelo antes de que el oleaje del inicio vuelva a zarandear la pieza.

Alberto Vilas en Gorm, pieza dedicada a Manu, ataca las primeras notas e impone el ritmo a los demás músicos. El saxo, al cabo de los compases, desobedece del mandato del grupo y se ejercita en el monólogo. Pero todo vuelve a su cauce primigenio en los compases finales.

Música a media voz la de este Interludio, que aparece en cuarto lugar del cedé, consagrado a la guitarra, que escancia apenas unos susurros. Esta pieza se titula igual que el octavo corte del disco, del que se diferencia en casi todo.

Juntos el saxo y la guitarra recitan la bella melodía de Barco volador con la aquiescencia del piano. En esta travesía todo tiene su sitio de la manera más natural. Compases después la guitarra, en primer lugar, el saxo, en segundo, zarpan en busca de su propia esencia. Si en los solos se halla parte del alma del jazz, Villar y Rosolino dejan aquí parte de la suya.  

Pieza de pujanza la de este Gurú, que Vilas se encarga de avivar con su insistencia. Tiene lugar, cuando todo parecía aparentemente en su sitio, un instante maravilloso en que el saxo desvaría notas, se desgañita, sobre el parloteo casi canoro del piano y el repiqueteo de la batería. El guitarrista halla un pequeño hueco donde impartir su magia antes de que el piano recuerde la pujanza inicial y todo se precipite.

La guitarra protagoniza el inicio de Nexos. Sueña notas, armonías lo suficientemente sugerentes como para que el compositor las siembre sobre su piano. La cosecha es instantánea, una balada que soñar con los oídos abiertos. Apenas hay que cerrar los ojos para que te atraviese la belleza.

Esta pieza, Interludio, comparte título con el cuarto corte del disco, del que se diferencia en casi todo. Por extensión y ambición, y por protagonistas. Si en el primer interludio sólo cantaba la guitarra, en este segundo participa todo el grupo. Es verdad que no sólo comparten nombres, sino los acordes y la melodía. Como si el primer Interludio fuese un anuncio del segundo, o éste un eco de aquél.

A juzgar por el arranque, por las sugerencias dichas desde el piano, 960 lúas se antoja una pieza donde primará la rítmica. Ocasionales frases del saxo, la guitarra y el contrabajo desbaratan la idea inicial. La música casi se acuclilla, busca refugio en los susurros. Y cuando parece que todo acabará así, a media oscuridad, surge de nuevo la luz de la rítmica. Y los instrumentos se encienden y la música levanta el vuelo. 

En Nestre intre, música dedicada a Iago, el piano dice mientras que el saxo y la guitarra responden. El piano contradice, luego el saxo añade excusas a la respuesta de antes. Como un niño que se cansa pronto de sus juguetes, la pieza se agota y deja en paz y solo al silencio. 

Tras la enunciación de la melodía principal, Desterrados deja espacio al piano para que, sacudido por la batería, desarrolle su solo. Con la fraternidad de la guitarra, el saxo contradice al teclado. No hay luchas en estos compases, acaso la constatación de que el grupo es más grupo unido que disgregado, que la música es más música si se comparte con otros.

Tal y como sucediera con sus cedés posteriores, los citados Ubuntu y Crónica cromática, este EXPERIANZA acaba con una pieza para piano solo, Naquela estrela, tan breve que apenas da tiempo a decir su nombre. Es la rúbrica callada de Alberto Vilas a su primer disco, y el inicio de una singularidad. Muchos de los seguidores del músico anhelamos que, vencidos los contratiempos, sea capaz de alumbrar un disco en que las ochenta y ocho teclas de su instrumento canten en solitario.

Para conseguir EXPERIANZA, pincha en el enlace:  
http://albertovilasquintet.wixsite.com/albertovilas/shop
 
En resumidas cuentas, el disco se degusta de un tirón. Además de la belleza de la música, EXPERIANZA cuenta con un excelente grupo de músicos, a saber: Alberto Vilas al piano, Rosolino Marinelo al saxo, Felipe Villar a la guitarra, Javier Barral a la batería y Juansy Santomé al contrabajo. Si te gusta el jazz sin etiquetas, a mitad de camino entre lo clásico y lo inciertamente contemporáneo, prueba con este disco. Te llevarás un hermosa sorpresa.

Para leer la reseña de Ubuntu, pincha en el enlace: 
https://guerradoblemuerte.blogspot.com.es/2016/05/ubuntu-de-alberto-vilas.html 

Para leer la reseña de Crónica cromática, pincha en el enlace: https://guerradoblemuerte.blogspot.com.es/2017/01/cronica-cromatica-de-alberto-vilas.html

Para finalizar, os dejo un youtube donde el quinteto interprera la pieza que da nombre al disco.



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