Título: Buscando a Sugar Man
Título original: Searching for Sugar Man
Año: 2012
Duración: 87 min.
Guión y Dirección: Malik Bendjelloul
Música: Sixto Rodríguez
Sinopsis (para evitar spoliers he compuesta esta sipnosis): Un par de viejos nostágicos, aficionados al rock de los años 70, sudafricanos ellos, se embarcan en la búsqueda del rastro incierto de Rodríguez, un cantante norteamericano de raíces mexicanas que grabó dos discos y falleció de la manera más horrible, delante del público en un concierto. Pero las contradicciones empiezan justamente ahí, unos hablan de un disparo en la cabeza, otros de una inmolación a lo bonzo.
Portada del primer elepé de Rodríguez: COLD FACT |
En 2012 este documental de Bendjelloul arrasó con todos los premios: Premios Oscar: Mejor documental, Premios BAFTA: Mejor documental, Premios Guldbagge (Suecia): Mejor documental. 6 nominaciones, Festival de Sundance: Premio del público (mejor documental internacional), Satellite Awards: Nominado a Mejor largometraje documental, National Board of Review (NBR): Mejor documental, Asociación de Críticos de Los Angeles: 2ª posición para Mejor documental, Asociación de Críticos de Chicago: Nominada a Mejor documental, Sindicato de Productores (PGA): Mejor documental, Sindicato de Directores (DGA): Mejor director / Documental, Sindicato de Guionistas (WGA): Mejor guión en documental, British Independent Film Awards (BIFA): Nominated for Best International Independent Film, etc. Un éxito total.
El gancho del documental reside en la extraordinaria historia de Rodríguez, ese cantante que todos celebraban como uno de los grandes descubrimientos de los 70 y que apenas vendió seis elepés en Norteamérica. Pero su volátil fama traspasó fronteras de la manera más peregrina y acabó siendo todo un ídolo de masas en la Sudáfrica del apartheid.
Muchos, a toro pasado, desde el burladero de esa infinita sapiencia que no lleva a ninguna parte (acaso al púlpito de un triste blog como éste o a la ciénaga de una columna de periódico) criticaron el documental por tramposo, por mentiroso. Es evidente que quien piensa así no entendió la esencia, la óptica desde la cual está contada esta historia de desencanto y esperanza, de injusticias y de resurecciones. La historia la cuentan los admiradores, no el director, que sabe adoptar la óptica necesaria para que la obra funcione casi como una película policíaca. (Recomiendo que, quien no sepa nada de la historia, no busque información acerca del cantante a fin de ver la obra con ojos vírgenes. Me lo agradecerá.)
Además, por si no fuese bastante con la maestría del director, el documental cuenta con la banda sonora de Rodríguez. Todo un canto a la esperanza. Una de esas extrañas obras que lo tienen todo en su hábil juego de trilero. Pura fantasía para diseccionar la realidad con habilidad de forense. Todo un clásico ya.
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