Blog personal de Alejandro Castroguer

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lunes, 6 de julio de 2020

El legado del Oso




Título: El legado del Oso
Autor: Fernando López del Oso
Año: 2020
Editorial: Editorial Luciérnaga
Páginas: 381

Sinopsis: El hijo del doctor Fernando Jiménez del Oso, un joven escritor, recibe el encargo de una editorial para escribir un libro sobre su padre.

Serán grandes amigos y colaboradores de su padre los que ayudarán a Fernando López del Oso a construir ese puzle complejo. Juan José Benítez, Nacho Ares, Lorenzo Fernández Bueno, David Sentinella, Jesús Callejo y Silvia Casasola, Juan Ignacio Cuesta, Pedro Amorós y Javier Sierra desvelarán las piezas secretas y los enigmas más apasionantes en torno al conocido doctor Jiménez del Oso.

Con su ayuda descubriremos que el fenómeno ovni, la parapsicología, el espiritismo, los enigmas de Egipto y de las culturas americanas, de la Isla de Pascua y de Mohenjo Dahro, los misterios de la mente humana... todos confluyen en un punto, en el espacio y en el tiempo, que cambiará para siempre nuestra manera de ver la realidad que nos rodea.


No me cabe ninguna duda de que ni un solo lector leerá el mismo libro que el autor habrá leído no pocas veces, porque él lo soñó, lo cuadriculó, lo amasó y escribió y revisó durante años, lo vivió como parte de sí mismo. Así pues, la lectura que haya hecho Fernando, su autor, es completamente diferente de la que podamos hacer los lectores, ni mejor ni peor, diferente. Nosotros nos dejaremos arrastrar por una fuerza, la suya, que nos guiará, nos iluminará, nos mostrará la senda, el camino, mientras que él le movía la fuerza motriz de los recuerdos. Gracias a ello, conoceremos más en profundidad a su padre, el célebre investigador y psiquiatra Fernando Jiménez del Oso. No me cabe ninguna duda de que Fernando ha empleado bien el tiempo y que el camino que habremos de recorrer cada uno de nosotros cuando este libro caiga en nuestras manos, él lo ha hecho y rehecho, del derecho y del revés, en busca de esa verdad, de ese Gran Enigma con el que le reta su padre al inicio del mismo. Todo surge de una propuesta editorial: con motivo de la reedición de los escritos de Del oso, a Fernando hijo le han encargado una suerte de homenaje que será el complemento, llámalo término, de dicha colección.

Conociendo como conozco al autor (desde nuestra colaboración en “Vintage 62: Marilyn y otros monstruos”), sé que se resistió con todas sus fuerzas, porque de alguna manera contravenía su propio devenir como escritor; él, que tanto ha luchado por hacerse un hueco y hallar una voz propia lejos de la órbita paterna, ahora tenía una oferta prácticamente irrechazable para hablar de los méritos y la carrera de otro, y que éste fuese su padre lo hacía doblemente doloso (no descubro ninguna interioridad porque así está contado en la obra). Sobre todo porque el legado narrativo de ficción López del Oso, léase “El templo de la luna” (Premio Minotauro), “Yeti” y “Asesino de políticos”, merecería otra suerte de la que en puridad le ha tocado.

Lejos de las reticencias iniciales, Fernando aceptó, de una parte el reto de la editorial y, de otra, el que le lanzaba su padre cuando le habló del Gran Enigma, de la Gran Búsqueda que él había emprendido mucho antes de que él, su hijo, naciese y que al fin, y al parecer, había concluido. Tal vez, Fernando padre tenía la certeza de haberse acercado a ella, de haberla rozado, tal vez; pero en todo caso, no se la iba a brindar en bandeja de plata a su vástago. “¿Y tú qué piensas?” es casi una pregunta recurrente en este libro. “Nunca habíamos vivido juntos. Era la nuestra una relación atómica: un núcleo denso y sustancioso pero también con enormes vacíos. Y yo orbitando a su alrededor” escribe el autor en el Capítulo 1. Y es que detrás de esta y otras confesiones, palpita el herida de la separación: el padre siempre trabajaba, ya fuese en la consulta de psiquiatría o viajando de aquí para allá con motivo de su labor divulgativa. Y se percibe ese dolor en el niño que requiere una mayor presencia paterna en su quehacer diario.

Con la inestimable ayuda de algunos amigos y colaboradores de los distintos programas de radio y televisión en que intervino, con la guía de Juan José Benítez, Nacho Ares, Lorenzo Fernández Bueno, David Sentinella, Jesús Callejo y Silvia Casasola, Juan Ignacio Cuesta, Pedro Amorós y Javier Sierra, el hijo camina tras los pasos del padre en busca de los mismos misterios que inquietaron a aquél, ya sean estos el fenómeno ovni, las raíces de las culturas antiguas, las sicofonías, la bilocación, las experiencias cercanas a la muerte, los fantasmas, la vida más allá de la vida, etc.


Sin destripar nada sustantivo, he de advertir que el legado al que se refiere el título se hace más presente, arroja más luces que sombras conforme avanzan los capítulos y las entrevistas, y Fernando reconoce (reconocer de volver a conocer) a su padre a través de los ojos y sentimientos y vivencias compartidas con amigos, colaboradores y discípulos. Hasta que al final, Fernando es capaz de, al mismo tiempo que responde satisfactoriamente al encargo, responder la pregunta que le planteaba su progenitor al inicio del camino. Tal vez la Respuesta al Gran Enigma sea una nueva pregunta, o la misma búsqueda de esa Respuesta, o la certeza de que no puede haber ninguna certeza porque todas superan nuestras limitadas virtudes humanas. Tal vez.

Lo mismo que la rosa del Principito para unos representa la vanidad, para otros el amor verdadero y para otros terceros la solidaridad, la respuesta que ofrece Fernando a su padre no tiene por qué ser la única, sino una posibilidad más entre al menos varias. Pero es su respuesta, toda una declaración, la sinceridad desnuda de unos sentimientos que al autor le habrá costado horrores desnudar capítulo a capítulo. Sea como fuere, una rosa siempre es una rosa, y una respuesta una respuesta. Y cada uno tiene una. ¿Y tú, amable lector, qué piensas?

Un libro indispensable para todo el que quiera conocer parte de la humanidad que latía en el célebre divulgador y para todos los lectores que se sientan identificados con la más apasionante de las búsquedas. También para todos los hijos que ahora somos padres de futuros padres.

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