El Habitante Incierto posa con la novela |
Título: El libro de Nobac
Autor: Federico Fernández Giordano
Año: 2008
Editorial: Minotauro
Páginas: 269
El autor, F.Fernández Giordano |
Contraportada: Federico Fernández Giordano bebe de fuentes como los cuentos policiacos de Edgar Allan Poe y los relatos fantásticos de Borges y Bioy Casares, pero sabe imprimir a su historia un estilo original y un ritmo trepidante.
Un misterioso anciano contrata los servicios de la bella periodista Lisa Lynch y de Edgar Pym, escritor de encargo cuya vida profesional y sentimental va a la deriva, para que dejen constancia de una singular historia. Obra en su poder un objeto prodigioso: un extraño libro en el que de un modo enigmático, ajeno a todo postulado racional, se va narrando su propia vida, día tras día.
Desentrañar las claves de ese libro supondrá asimismo seguir la pista del profesor Nobac, un excéntrico científico desaparecido años atrás en extrañas circunstancias. A ello se abocan Edgar y Lisa, sin imaginar que a partir de entonces se convertirán en actores principales de un peligroso puzle, una escurridiza galería de espejos que los atrapará poco a poco hasta extraviarlos en una siniestra trama urdida en torno a ellos y en la que nada es lo que parece ser.
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Con esta novela, Federico Fernández Giordano se erigió con el Premio Minotauro en 2008, galardón que vino a ratificar el conseguido en el 2007 con Los justos, Premio de Novela El Andén. La obra crece poco a poco, se regusta al principio para luego, con el paso de los días y las distintas grabaciones que hace Lisa, ganar en velocidad e interés. Anotar que se lee de un tirón, en apenas tres sentadas, seguramente por estar más próxima a una novela negra que a una fantástica en el más ortodoxo sentido de la palabra. Al poco de comenzar, el señor Valdemar cita en su propia casa a Edgar Pym, escritor mercenario de novelas de encargo y baja calidad, y Lisa Lynch, periodista. Necesita que ambos se hagan cargo del libro de Nobac y que cuenten su historia.
Cuanto más se bucea en la historia de Gustav von Hidelberg Nobac más extraño se hace el encargo y más enigmático se vuelve el libro que Valdemar entregase a Lisa y Edgar, pues se va escribiendo a medida que avanza la trama. Hay ocasiones en que el libro parece que cuenta la historia de Valdemar, y en otras la de Nobac. El misterio está servido. Poco más se puede añadir sin desvelar nada sustancial del engranaje montado por el autor.
La novela, dueña de un estilo suficientemente trabajado, tiene múltiples referencias al cine, a la música y a la literatura. Desde los nombres de Valdemar, Edgar Pym y Lisa Lynch hasta las referencias a la música de piano de Satie (que al escritor le trae recuerdos de su padre) o esa ocasión en que la noche se llena de presagios con los ecos de Leaning, cantado por Robert Mitchum (en La noche del cazador).
Es posible que algunos lectores esperasen una mayor importancia del propio libro de Nobac, que su texto fuese intercalando la acción dirigida por Lisa y Edgar. Pero la figura del libro sirve al novelista para hablar de la relación entre Nobac y Valdemar, del alumno y el discípulo, de ciudades extranjeras y enigmas por resolver. En resumen, una novela para quien guste de la novela negra con tintes fantásticos. Una novela para lectores con clase.
Luego no digáis que no os lo advirtió el Habitante Incierto de esta Casa Deshabitada.
Cuanto más se bucea en la historia de Gustav von Hidelberg Nobac más extraño se hace el encargo y más enigmático se vuelve el libro que Valdemar entregase a Lisa y Edgar, pues se va escribiendo a medida que avanza la trama. Hay ocasiones en que el libro parece que cuenta la historia de Valdemar, y en otras la de Nobac. El misterio está servido. Poco más se puede añadir sin desvelar nada sustancial del engranaje montado por el autor.
A lomos de H.C.Andersen, El Habitante Incierto posa con la novela |
La novela, dueña de un estilo suficientemente trabajado, tiene múltiples referencias al cine, a la música y a la literatura. Desde los nombres de Valdemar, Edgar Pym y Lisa Lynch hasta las referencias a la música de piano de Satie (que al escritor le trae recuerdos de su padre) o esa ocasión en que la noche se llena de presagios con los ecos de Leaning, cantado por Robert Mitchum (en La noche del cazador).
Es posible que algunos lectores esperasen una mayor importancia del propio libro de Nobac, que su texto fuese intercalando la acción dirigida por Lisa y Edgar. Pero la figura del libro sirve al novelista para hablar de la relación entre Nobac y Valdemar, del alumno y el discípulo, de ciudades extranjeras y enigmas por resolver. En resumen, una novela para quien guste de la novela negra con tintes fantásticos. Una novela para lectores con clase.
Luego no digáis que no os lo advirtió el Habitante Incierto de esta Casa Deshabitada.
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