Empecemos por presentar al autor al que dedicamos la entrada a esta Casa Deshabitada. ¿Quién es Miguel Aguerralde? Residente en Lanzarote, es maestro de Primaria y escritor de novelas de suspense y terror. Es miembro de Nocte, colaborador en varias publicaciones literarias y articulista en la revista local Yaiza te informa. Ha participado en no pocas antologías de relatos, como Taberna Espectral (23 Escalones, 2010), Errores de Percepción (DH Ediciones, 2011), Monstruos Clásicos (Cultura H, 2011), Calabazas en el Trastero Especial Clive Barker (Saco de Huesos, 2012), Postales desde el fin del mundo (Editorial Universo, 2012), Fantasmagoria (Tombooktu, 2013) y Ácronos (Tyrannosaurus Books, 2013), y hasta la fecha ha publicado cinco novelas de terror policiaco: Claro de Luna y Noctámbulo con Ediciones Idea, Los Ojos de Dios y Última parada: la casa de muñecas con 23 Escalones, y la reciente Despiértame para verte morir con Ediciones Tagus (texto extraido de la web de Dolmen).
Ayer día 26 de octubre tuvo lugar la charla que Miguel Aguerralde dio en
la Casa del Libro de Málaga, incluída en su gira andaluza, que el
viernes le llevó hasta Sevilla, hasta la Librería Beta Imperial. El
motivo era hablar de su reciente novela Caminarán sobre la tierra,
editada por Dolmen. Así que estamos hablando de una sexta novela, o lo que es lo mismo, de ningún novato o advenedizo atraído por el ansia de cobrar algo de popularidad.
Decir que tuvo lugar la charla es casi una ironía, porque darla ante cuatro personas -y todas conocidas- no habría sido otra cosa que acto teatral más propio de Miguel Mihura o Jardiel Poncela. Lo más grave no es que la hora del evento coincidiese con un partido del Málaga en la Rosaleda, que sí, que coincidió. Ni tampoco con todo un Barça-Madrid, que también. Lo que es oneroso del tema es que la editorial Dolmen no haya elaborado un triste y sencillo banner para anunciar la charla, ni tampoco subiese una entrada a su web o al blog. A la editorial le bastó con hacer un tweet y dar varios retweet -demasiado esfuerzo en tan poco tiempo tuvo que cansarles-, pues creo que ni siquiera lo anunció en su facebook. No menos culpable es la librería Casa del Libro, que ni lo anunció por megafonía, ni tampoco puso ejemplares de la novela de Miguel en el escaparate. Así que, a tenor de lo visto, que ni a la editorial ni a la librería le importaban un bledo el éxito o no del evento, mi pregunta es entonces, ¿qué sentido tiene hacer viajar a un autor de las Islas Canarias hasta Málaga para olvidarse de él?
Tampoco me quiero olvidar de los escritores de la ciudad, de los fans de los zombis -que los hay a centenares en Málaga-, de los lectores en general que siempre despotrican contra la sequia cultural de la urbe, y luego, llegado el caso, no son capaces de vencer la rutina o compromisos nímios para acercarse a conocer a un autor que viene de tan lejos. Claro, se podrá argumentar que cada cual es libre de actuar como le venga en gana, pero después llegarán los lamentos por padecer situaciones similares, en caso de los escritores, o porque nadie de interés visita Málaga para firmar sus libros, en el caso de los lectores. Señores, seamos coherentes.
La sonrisa de Miguel Aguerralde y el Habitante Incierto |
Basta charlar un rato con él para darse cuenta que Miguel Aguerralde es un tipo cabal, que tiene las cosas muy claras, que es buena gente y que no padece la enfermedad del egoísmo a ultranza que suelen evidenciar otros colegas del género. Tiene la vida resuelta y una familia que le apoya a ultranza -una chiquitina preciosa-. Ajeno a ese ansia que padecen algunos por publicar a toda cosa, el tiempo le terminará dando la razón. Sólo espero que sea así, que Aguerralde triunfe a lo grande y que muchos lamenten la oportunidad perdida de conocerle.
Porque estoy convencido de que Miguel Aguerralde, con el paso de las novelas, caminará sobre la tierra.
Esas quejas hacia Dolme y Casa del libro son totalmente justificadas. No sé cómo se qiueren vender libros si resulta que ni los mandan a las librerías. Ya he tenido que pedir algún ejemplar en FNAC y Casa del libro porque ni los mandaba. Y digo yo que Zaragoza, con más de 700.000 habitantes, es una ciudad como para mandar ejemplares sin tener que encargarlos. Tal vez es que, como en el fútbol, solo existe Madrid y Barcelona yh los de "provincias" estamos de adorno.
ResponderEliminarEs una pena que sólo acudiesen 4 personas. Miguel es un gran autor, al menos a mí me lo parece.
ResponderEliminarEsta misma mañana he hablado con él y me he ha puesto al día. Me parece vergonzoso que a un autor tan cercano, buena gente y con semejante talento, se le ningunee por parte de la librería de marras y no se le de la importancia que tiene. Es triste que la gente prefiera un partido de futbol a conocer un poquito a un autor que tiene tanto que decir. Una pena.. Y como bien dices, luego todo es llorar de que no se organizan cosas ni actos. Para que? Si luego preferimos quedarnos en casa o simplemente pasamos de ir... Es injusto y me da rabia.
ResponderEliminarAlcorze, ya ves. En la librería sí había ejemplares, pero ninguna intención de mover un solo músculo para venderlos. Y lo mismo pasó con Dolmen. Ambos son los más interesados en vender y pasaron olímpicamente.
ResponderEliminarLo es, Anabel, Miguel es un autor de los más interesante. Se merecía otro trato y recibimiento.
Es eso, Athman, luego nos quejamos de que en tal o cual ciudad no se hace nada. O que cuando nos toca a nosotros, el público no responde. Seamos coherentes y defendamos el género entre todos.
Lo que nos temíamos, amigo...
ResponderEliminarJuan José, luego llegarán las lamemtaciones de otros autores que no se sentirán apoyados. Si esto al final es un mal generalizado.
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