Blog personal de Alejandro Castroguer

En este blog podrás estar al tanto de las noticias que generen las novelas "GLENN" (Premio Jaén de Novela 2015), "LA GUERRA DE LA DOBLE MUERTE", "EL ÚLTIMO REFUGIO", "EL MANANTIAL" y "HOLMES Y EL CASO DE LOS OCHO ESTÓMAGOS", y las antologías "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos" y "Vintage'63: J.F.K. y otros monstruos" entre otras. Además, es lugar de encuentro para amantes del cine, la literatura, la buena música y las aventuras del Rey Mono.

viernes, 4 de octubre de 2013

Entrevista al padre del Lagarto en la Roca

Antonio Calzado (Córdoba, 1968), es juntaletras ocasional y susurrador de mulas y asnos a tiempo completo. Catedrático de Pedantología Aplicada por la Universidad de Cuernacabra de Abajo, ha perpetrado aberraciones en forma de novelas que ha publicado con inexplicable éxito; no en vano ha cosechado varios premios literarios aprovechando que los jurados correspondientes se hallaban despistados viendo Gol Televisión. Ahora, arriesga su crédito artístico -como si todavía le quedase alguno, fíjense-, con una fábula en forma de aberración. Su título: El Lagarto en la Roca.

El padre posa con un retrato callejero del hijo

El Habitante Incierto ha invitado al autor de Umbría a esta Casa Deshabitada con la promesa de una entrevista quasi pactada. Calzado desconoce que el Habitante le someterá, bajo la trampa del tuteo, a la prueba de las Doce –o alguna que otra más- Preguntas Sin Piedad.

Antonio Calzado: Muchas gracias por la invitación, Habitante Incierto. A propósito: para estar la casa deshabitada, el jacuzzi y la sala de billar no están nada mal…

Habitante Incierto: Déjate de cumplidos y vamos al grano: ¿Has tenido ocasión de visitar La Roca? ¿Es verdad que carece de las goteras del Congreso de los Diputados?
Calzado: Sí, he visitado la Roca en numerosas ocasiones y he de deciros que es muy confortable. Al Congreso de los Diputados nunca he podido entrar, porque a los menores de edad no nos permiten asistir a espectáculos de pornografía zafia, grotesca y decadente. Es una pena.

Habitante: Al igual que nuestro común amigo el Lagarto, ¿crees que el onanismo es un buen recurso cuando el aburrimiento adquiere “dimensiones de campos de fútbol”, o por el contrario prefieres escuchar a nuestros políticos hablando en inglés?

Calzado: El onanismo, léase hacerse pajas, es un ejercicio saludable y placentero que el Lagarto aconseja a todos sus seguidores. Cierto es que corre uno el peligro de volverse ciego o loco, o de irse directo al infierno después de palmarla. Pero… ¿qué emoción tendría la vida sin riesgos? Yo se lo recomiendo especialmente a los políticos, incluidos los miembros (en todos los sentidos) de la última candidatura olímpica.

Habitante: Ahora que están tan moda las casas de apuestas, bendecidas y santificadas por el indigno negocio de las televisiones, ¿por quién apostarías: por el Deportivo Monstruos Club o por el Atlético del Manicomio?

Calzado: Bueno, el Atlético ha hecho buenos fichajes este año, sin ir más lejos el delantero Mono Cabeza de Nabo, gran rematador bien de cabeza o bien de nabo. Pero no podemos olvidar la masturbatoria defensa tácticamente sodomística del Deportivo. En fin, yo daría un pronóstico tan incierto como el mismísimo Habitante de la Casa Deshabitada.

Habitante: ¿De verdad piensas que el monstruo de Frankenstein sería un buen árbitro en semejante partido?

Calzado: Lo sería si no se asustara viendo a los jugadores. He oído decir por ahí que es un tío duro, aunque no sé si lo bastante.

Habitante: ¿Te irías de copas con Gracias? Parece un loco bastante inofensivo, blanco fácil para las bromas del Lagarto.

Calzado: ¡No me hables de Gracias! El muy cabrón se aprovechó de que yo había sufrido un pequeño accidente doméstico relacionado con un vibrador para estafarme cien euros… ¡y encima he tenido que darle las gracias!

Habitante: ¿Nos recomendarías Días Felices, de George Scott, o es una patraña alienante sólo apta para monstruos?

Calzado: Días Felices es una película maravillosa que recomiendo a todas las personas sensibles, niños y mayores. Siempre que hago un descanso en mis interminables periplos por el porno más duro de la red, aprovecho para disfrutar viéndola de nuevo. Es tan tierna y romántica… (suspira y gimotea)… perdón, creo que se me ha metido algo en el ojo… (gimotea de nuevo de forma lamentable).

El Lagarto, Antonio Calzado y el habitante incierto

Habitante: ¿Nunca te planteaste un diálogo de besugos entre el Lagarto, monstruo crápula, y el padre Barea, sindicalista del Evangelio? Imagínate a éste advirtiendo al Lagarto del peligro de la ceguera producto del sano vicio del onanismo.

Calzado: Ese diálogo existe, pero tuvo que ser extirpado del libro por causa de fuerza mayor. La razón es obvia: si lo llego a dejar Almuzara no me publica el libro ni a tiros. Por cierto, un saludo a la usanza radiofónica para don Javier Ortega, que me estará leyendo.

Habitante: Está más que demostrada la virulencia del gas nervioso ZBZ, más conocido como Boomerang. Dicen que eleva el nivel de agresividad de tal manera que, rociado sobre el enemigo, provoca la propia destrucción del mismo. ¿A quién gasearías con él?

Calzado: Considerando en este país el altísimo número de bancos de crédito, bancos de no crédito, congresos, senados, parlamentos de todo pelaje, ayuntamientos de toda pluma, centros directivos de grandes empresas, sedes de partidos políticos, cuarteles de toda índole, campos de golf, clubs de fútbol de campanillas, conferencias episcopales y demás bazofia de etcétera, etcétera, yo creo que con unas 400 toneladas de gas ZBZ ya se podría empezar a trabajar en serio. ¡Ponga un poco de Boomerang en sus vidas para mandarlos con cariño al Cielo! Ese podría ser el lema de una exitosa campaña publicitaria.

Habitante: Cuando el Lagarto se estriñe de melancolía le da por contar la historia de un inocente como Andrés Niet. ¿De qué hablas tú cuando la melancolía se acomoda en tu intestino grueso?

Calzado: Yo procuro cagar cuanto antes, que es mucho más saludable y artístico. Y de tanto ir al baño y apretar el culo una y otra vez -y así día tras día, créanme, es agotador-, al final acaba uno escribiendo novelas como esta.

Habitante: Mabel Shit impone su criterio sobre Andrés por la Ley del Coño. ¿Es más efectiva que la Ley del Silencio, santo y seña de politicastros?

Calzado: Sin duda, sin duda. La Ley del Silencio sólo se usa cuando no tienes un buen Coño que enseñar; bien sea el tuyo, el de tu mujer o el de tu madre, por ejemplo. A mí, que básicamente soy una persona encantadora y que escribo sobre todo para hacer feliz a la gente, me gustaría tener un buen Coño que mostrar al público de vez en cuando. Cosa que les haría mucho más felices que el hecho de leer mis libros, desde luego.

Habitante: ¿Crees que el Rey de las Ratas se operaría en Madrid con un médico venido desde EE.UU.? ¿Esperaría largas listas de espera? ¿Pagaría parte de la operación con uno de sus riñones o lo haría con el dinero de sus ratoniles súbditos?

Calzado: El Rey de las Ratas es tan ácido que jamás se pone enfermo. Una vez por semana hablo con él por medio de palomas mensajeras y le cuento muchas cosas de España. Creo que hasta se caga encima de la risa, porque me asegura que estas conversaciones le van muy bien para su estreñimiento. Mano de Santo, añade. ¿Será cabrón el tío?

Habitante: Cabrón es poco para él. Otra cosa: ¿cuál ha sido el último libro que has leído?

Calzado: El Marca. Eso es un libro, ¿no? Ah, sí, también intenté hacerme con el último de Locía Txotxoborría, pero lo descarté porque apenas llevaba dibujos para colorear. Una lástima.

Habitante: La pregunta favorita para los morbosillos, que los hay y a miles: ¿Hay algo en común entre tus más oscuras fantasías sexuales y las del Lagarto?

Calzado: Bueno… je, je… me va el “rollo raro”, no sé si me entiendes… je, je, je… lo más chungo de lo chungo… ejem… resumiendo, los temas más turbios… ¿me he expresado con claridad?

Habitante: Como un libro abierto, desgraciadamente. Oye, por cierto y sin que esto tenga nada que ver con la entrevista: ¿podrías prestarme seis mil euros?

Calzado: Claro, por supuesto. Habla con los chicos de Almuzara, ellos son los que me llevan esos temas.

Habitante: Por último, y para acabar, ¿sabes si hay alguien fuera, leyéndonos?

Calzado: No, qué coño va a haber nadie, en este país no lee ni Dios. Como mucho, alguna seguidora despistada de la saga Crepúsculo. Saludos, querida amiga: yo tampoco tengo demasiado buen gusto ni criterio a la hora de elegir mis lecturas.


El Habitante Incierto de esta Casa Deshabitada manifiesta que ha sido un honor y un placer hablar con Antonio Calzado, padre del Lagarto, sin haberse vuelto cuerdo. Por ello le da sus más expresivas... gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario