Título: El malogrado
Título orginial: Das Untergeher
Autor: Thomas Bernard
Año: 1983
Sinopsis tomada de la Casa del Libro: Reclamado por el suicidio de su mejor amigo, un hombre viaja
hasta su antiguo hogar y rememora su común pasión por el piano. Da
cuenta de la turbia amistad que les unió, trastocada tras conocer al
virtuoso Glenn Goould. A través de sus pensamientos se irá deshilando un
discurso en torno a la infelicidad, la existencia y la pulsión
nihilista que acompaña una ambición desmedida.
Un
fantástica novela que reflexiona sobre el sentimiento ambiguo de
admiración y frustración que implica percibir al genio en otro.
El autor, T.Bernhard |
Comencemos con una cita del libro: "Una y otra vez tenemos que habérnoslas con esos malogrados y esos
hombres de callejón sin salida (...). Nos cuesta el mayor esfuerzo
salvarnos de esos malogrados y de esos hombres de callejón sin salida,
porque esos malogrados y esos hombres de callejón sin salida no regatean
medios para tiranizar a su entorno, para matar lentamente a sus
semejantes."
Es eso más o menos lo que narra la novela que hoy visita la Casa Deshabitada: el denodado esfuerzo del narrador protagonista de la historia por desembarazarse del recuerdo de su amigo, el malogrado del título, Wertheimer. Poco importa que en su intento, vuelva una y otra vez sobre aquellos años en que compartían estudios de piano en Viena o en Salzsburgo. Porque ambos, Wertheimer y el narrador, más Glenn Gould, ansiaban la inmortalidad a través del piano.
La radiografía que el autor, valiéndose de las impresiones de Wertheimer y del narrador, hace de Austria y de muchas de sus ciudades y pueblos, amén de la capital, es demoledora. No hay patriotismo en su literatura; antes al contrario, Viena, Salzsburgo, Chur, Traich, Zizers, Desselbrunn... son mostradas como ciudades miserables que ahogan las ansias artísticas de los protagonista. Es el que viene de fuera, Glenn Gould, el único que consigue sobreponerse a tanta grisura.
La radiografía que el autor, valiéndose de las impresiones de Wertheimer y del narrador, hace de Austria y de muchas de sus ciudades y pueblos, amén de la capital, es demoledora. No hay patriotismo en su literatura; antes al contrario, Viena, Salzsburgo, Chur, Traich, Zizers, Desselbrunn... son mostradas como ciudades miserables que ahogan las ansias artísticas de los protagonista. Es el que viene de fuera, Glenn Gould, el único que consigue sobreponerse a tanta grisura.
Decir, antes de que nadie se lleve a engaño, que por mucho que existan ediciones que hagan de Glenn Gould el señuelo de la portada, la novela de Bernhard no habla de él. El célebre pianista canadiense no es más que el catalizador del desastre al que se verá abocado el malogrado 28 años después de conocerse en Salzsburgo, a cuenta de unas clases magistrales impartidas por Horowitz. La prodigiosa técnica de Gould, su grandeza, provocará que tanto Wertheimer como el narrador abandonen más pronto que tarde su carrera de pianistas. Además, y por si no fuera poco descaro el ansia de escualo de las editoriales por mostrar a Gould como el malogrado del título (que no lo es), este no es un Glenn Gould exacto. Es más una invención de Bernhard que le sirve de peón para el resto de la partida.
Es una novela densa, casi sin descansos, reflexiva. Amarga. Muy negra y poco esperanzadora. Una lectura para pocos lectores, tipos con afán de espeleólogos mentales.
Os dejo con otra cita de la novela: "El steinway era mi baluarte contra ellos, contra su mundo, contra la estupidez familiar y contra la del mundo".
Os dejo con otra cita de la novela: "El steinway era mi baluarte contra ellos, contra su mundo, contra la estupidez familiar y contra la del mundo".
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