Blog personal de Alejandro Castroguer

En este blog podrás estar al tanto de las noticias que generen las novelas "GLENN" (Premio Jaén de Novela 2015), "LA GUERRA DE LA DOBLE MUERTE", "EL ÚLTIMO REFUGIO", "EL MANANTIAL" y "HOLMES Y EL CASO DE LOS OCHO ESTÓMAGOS", y las antologías "Vintage'62: Marilyn y otros monstruos" y "Vintage'63: J.F.K. y otros monstruos" entre otras. Además, es lugar de encuentro para amantes del cine, la literatura, la buena música y las aventuras del Rey Mono.

martes, 1 de abril de 2014

Viaje al Oeste: quinta jornada

 

Vaya por delante que estas jornadas del Viaje al Oeste contienen spoliers.


CAPÍTULO XVI
LOS MONJES DEL MONASTERIO DE KWANG-ING TRATAN DE
APODERARSE DEL TESORO. UN MONSTRUO ROBA LA TÚNICA
EN LA MOTAÑA DEL VIENTO NEGRO

Llegan al monasterio llamado Salón Zen de KWang-Ing. De entrada, les atiende el patriarca de los monjes. Como quien no quiere la cosa, los monjes se vanaglorian de la cantidad de túnicas que ha acumulado el patriarca a lo largo de su vida. Cuando Tripitaka enseña su túnica, el patriarca parece ansiarla en silencio. Tanto es así que planea robarla. Da igual las consecuencias que se deriven de ello, que asesinar a los recién llegados o quemar todo el momasterio.Y eso hace, incendiarlo.
El Rey Mono, que se da cuenta de todo, marcha al Cielo en busca de una manta ignífuga. Mientras tanto, la túnica del monje es salvada por el monstruo que habita la Montaña del Viento Negro: el Gran Rey Negro. 
Una vez sofocado el fuego, salvado Tripitaka y muerto el patriarca, entre todos buscan la túnica. Que no aparece por ninguna parte. Wu-Kung irá a visitar al Rey Negro ante la sospecha de que haya sido éste quien se la haya apropiado (su morada queda tan solo a 7 kms de allí).


CAPÍTULO XVII
EL PEREGRINO SUN ROMPE LA PAZ EN LA MONTAÑA DEL
VIENTO NEGRO. KWANG-ING SOMETE AL OSO

 El Rey Mono lucha contra el Rey Negro. Tras un descanso, el primero toma la apariencia del patriarca fallecido y vuelve a visitar a su rival. Pero éste descubre su superchería pronto y reanudan el combate. Solo con la ayuda de la Bodhisattva Wu-Kung conseguirá vencerle.


CAPÍTULO XVIII
EL MONJE TANG ESCAPA DEL PELIGRO EN EL TEMPLO DE KWANG-ING.
EL GRAN SABIO SE DESHACE DEL MONSTRUO DEL PUEBLO DE GAO

Recuperada la túnica, los tres viajeros prosiguen camino. Poco después llegan al pueblo de Gao, en el reino del Tibet. Allí conocen la historia de Gao Tse-Ai y de su familia. Cómo tienen porblemas con un monstruo que, con forma de cerdo, se ha encaprichado de una de sus mujeres, Orquídea Verde. 
El Rey Mono se ofrece a librarles del mosntruo, Chu Kang-Lier. Éste, al conocer la identidad de su oponente, que no es otro que Wu-Kung, Sosias del Cielo, huye a toda velocidad.


CAPÍTULO XIX
WU-KUNG ECHA MANO A BA-CHIE EN LA CAVERNA DE LOS
SENDEROS DE NUBES. TRIPITAKA RECIBE EL SUTRA DEL
CORAZÓN EN LA MONTAÑA DE LA PAGODA

Después de que el Rey Negro cuente su historia, comienza la lucha. En un descanso de la lucha, el cerdo confiese que es uno de los hombres que la Bodhisattva eligió para ayudar a Tripitaka en su viaje. Es entonces conducido a presencia del monje, que acepta su compañía y le pone el nombre de Chu Ba-Chie. 
Siguen camino los tres (más el dragón cpnvertido en caballo de Tripitaka). En la Montaña de la Pagoda encuentran al Maestro Zen del Nido del Cuervo. Éste les enseña eñ Sutra del Corazón y les habla del largo camino que les resta hasta alcanzar el Templo de Trueno, fin de periplo hacia el Oeste.


CAPÍTULO XX
EL MONJE TANG SE TOPA CON LA DESGRACIA EN LA CORDILLERA DEL
VIENTO AMARILLO. A LA MITAD DE LA MONTAÑA, BA-CHIE
SE AFANA POR SER EL PRIMERO

Poco después, será un anciana quien les advierta de la peligrosidad del camino que tiene por delante. Pero no se arredarán por tan poca cosa. Suben a la Montaña del Viento Amarillo. Allí son interceptados por el Tigre de la Vanguardia, quien disfrazado de viento rapta a Tripitaka para llevarlo a presencia del Señor de la Cueva, el Rey Amarillo. 
El Rey Mono, decidido a recuperar a su amo, sube hasta allí. Con ayuda de Ba-Chie darán muerte al Tigre de la Vanguardia. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario