Blog personal de Alejandro Castroguer

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domingo, 19 de abril de 2015

Recomendación del mes de abril


Título: Los secretos de San Gervasio
Autor: Carlos Pujol
Año: 1994
Páginas: 205
Editorial: Pamiela


Carlos Pujol


Situar cronológicamente esta aventura holmesiana respecto del Canon holmesiano no es sencillo. El doctor Watson recuerda un caso que Holmes resolvió gracias al estudio de un botón y que tenía por intriga un asesinato en Greek Street, concretamente en una "casa georgiana tan rococó". Como quiera que el susodicho caso se antoja inventado por el propio Pujol, es inútil tomarlo como referencia. Acaso debamos tener el cuenta el siguiente dato: Watson aún pemanece soltero. Gracias al cual podríamos intentar situarlo con anterioridad a 1886-88. En cualquier caso, lo único cierto es que el detective y su inseparable amigo viajan hasta España, concretamente a Barcelona, y más aún a San Gervasio.

A altas horas de la madrugada, Holmes y Watson reciben en Baker Street a dos señoritas, hermanas por más señas, de nombre Miss Eulalia y Miss Angélica Vilumara. Don Pelegrín, su padre, que ha acumulado una notable fortuna gracias a su fábrica de tejidos, ha desparecido misteriosamente, hace ya dos meses. Desde entonces, nada se sabe de él. Como es de suponer, el detective asume el caso. Otra cosa es que desconfíe de las verdaderas intenciones de las hermanas. 

Nada es lo que parece en esta aventura: el olfato de Sherlock no le engaña. Elemental, querido lector. Don Pelegrín no ha desaparecido, ni es padre de las hermanas Vilumara. No hay más que novelería en un caso que no ha hecho más que comenzar en cuanto Holmes y Watson ponen un pie en la ciudad condal. Entre pista y pista, Carlos Pujol se obstina en confrontar las costumbres españolas (la obsesión por gritar en toda ocasión y momento, las comidas, el tabaco, la feliz idea de la siesta) con la idiosincrasia británica, confrontación de la que brotan no pocas reflexiones del célebre doctor y algunas sentencias del desconfiado detective. No obstante, uno y otro no tienen reparos en abrazar como suya la sana costumbre de la siesta.

Manicomio de Nueva Belén, San Gervasio

Una vez descubierta la añagaza inicial, la de la desaparición de Don Pelegrín, la pareja de amigos habrá de enfrentarse a la aparición un muerto, que se antoja como caído del cielo en mitad de una vaguada llamada Torrente del Diablo, y una desaparición o rapto del todo punto inexplicable, pues es imposible que la viuda Barnils haya desaparecido sin dejar el más mínimo rastro. Añadir que aparecen escenarios tan barceloneses como las Ramblas, el Tibidabo o el manicomio de Nueva Belén, situado en San Gervasio.

Publicada en 1994 por la editorial navarra Pamiela (en su colección Ilargia Literatura donde publicaron también autores como Muñoz Molina, Martín Santos o Sánchez-Ostiz), "Los secretos de San Gervasio" es un pastiche perfectamente escrito que hará las delicias de los lectores de tan exclusivo género. Muy recomendable para quien quiera conocer a Holmes y Watson comiendo huevos fritos y pa amb tomàquet, durmiendo en una fonda donde todos se llaman a gritos o fumando tabaco español. 

Sin duda, una rareza. Luego que nadie diga que el Habitante Incierto de esta casa deshabitada no se lo advirtió.

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