Os dejo una frase extraída del capítulo XXIV del Discurso de la Verdad, escrito por Miguel de Mañara en el año 1776. Después de hablar de los hambrientos de fortuna y bienes, de los ambiciosos y de los murmuradores, Mañara afila su pluma y destripa el fariseísmo que ejercen muchos que se autodenominan cristianos. Y lo hace de esta guisa:
También tiene este maldito pueblo sus ermitaños, y penitentes, unos que profesan virtud por sus comodidades, otros que viven solitarios por no hacer bien a nadie, otros que no comen de miserables, otros hacen penitencia porque los alaben; y ha llegado la locura a tal extremo, que hay quien derrame su sangre por parecer bien.
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