Hoy he empezado una suerte de diario donde retrataré la empresa de la
administración pública para la que trabajo. Espero publicarlo en el futuro, en cuanto me sea posible. A falta de abundar en más detalles, os dejo un fragmento muy breve:
"12 mayo – Mientras viajo en el autobús leo un poco de “Los demonios de
Loudun”, de Aldous Huxley. En sus páginas descubro que el famoso
cardenal Richelieu imaginaba que, a veces, era un caballo, y que su
hermano mayor se creía la reencarnación de Dios Padre. Nada menos,
benditos locos. Pienso en ello y, de paso, en qué animales y/o
divinidades me encontraré al llegar a la oficina."
El cardenal Richelieu |
No hay comentarios:
Publicar un comentario