Os dejo un nuevo fragmento del diario que estoy escribiendo, producto de la observación directa de mis compañeros, de esos caballos y divinidades de los que hablé en la primera entrada de la serie.
"Función-Ario eleva la voz para lanzar su pregunta habitual, como si fuese un mantra que necesitase repetir para demostrar su incierta superioridad:
—¿Hay algo bueno por ahí?
Todos los días igual. Es su marca de fábrica,
el anatema que lo distingue de los demás. Función-Ario no padece palilalia, no
repite compulsivamente ¿Hay algo bueno
por ahí? porque esté enfermo. La palilalia es un trastorno del habla que se caracteriza por la repetición involuntaria y
monótona de la misma palabra o de la misma sílaba. No, él lo hace porque sí, porque tiene
la cabeza hueca por completo, y esa única ocurrencia, que estima graciosa, da
vueltas y vueltas en su cavidad craneana con la misma obstinación con que un
hámster corre en su pequeña noria sin llegar a ninguna parte. Por si no lo sabes, Algernon
era mucho más listo que tú, Función-Ario."
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