Título: La casa de la vaguada
Autor: Gabriel Bermúdez Castillo
Año: 2015
Páginas: 64
Editorial: PulpTure Ediciones
Texto de contraportada: Hugo Tamarit es un despreciable usurero que disfruta con la desgracia ajena. Un día recibe una desconcertante noticia: su tío abuelo Zebulón, al que todos creían muerto, ha fallecido al fin, dejándoles a él y a su hermano su única propiedad. Se trata una escalofriante casucha construida en una vaguada y a la que nadie se atreve a acercarse. Dicen que está embrujada. Pero, más extraño aún, Zebulón, que parecía vivir en la miseria, ha pagado parte de su entierro con viejas monedas de oro. ¿De dónde sacaba el viejo semejante tesoro, más propio de un museo? Hugo, movido por su codicia, no dudará en entrar en la ominosa casucha y enfrentarse a su aura de maldad. Y a lo que quiera que habite dentro.
El Habitante Incierto posa con "La casa de la vaguada" |
Hasta el momento (aunque me consta que el maestro sigue venturosamente en activo) esta novelita es la última obra publicada por Gabriel Bermúdez Castillo. Digo publicada, que no escrita, pues "La casa de la vaguada" pertenece a un ciclo para el que el autor ya ha redactado tres historias más.
Hugo Tamarit recibe la noticia de que su tío abuelo Zebulón, un pariente al que no visita desde hace años ni le une apego alguno, ha fallecido recientemente. La noticia no le afectaría lo más mínimo si no fuese porque el testamento le señala a él y a su hermano Óscar como herederos de sus bienes: apenas una triste casucha levantada en un paraje solitario en el barrio del Sudario. Puesto que Óscar (marino mercante de profesión) se halla bien lejos de tierra, Hugo decide acercarse hasta el hogar del tío abuelo, conocido como la Casa de la vaguada. Que el viejo haya pagado su entierro con unas viejas monedas de oro será el menor de los misterios para el que espera hallar respuesta una vez penetre en ella.
Relato de mediana extensión (bolsigrapa reza en la portada) es la primera incursión de Bermúdez Castillo en el género de terror y su última publicación, hasta ahora. Una historia en que lo mejor es el retrato que hace el autor del personaje de Hugo Tamarit, así como el ambiente y el final que le reserva la casa heredada.
Hugo Tamarit recibe la noticia de que su tío abuelo Zebulón, un pariente al que no visita desde hace años ni le une apego alguno, ha fallecido recientemente. La noticia no le afectaría lo más mínimo si no fuese porque el testamento le señala a él y a su hermano Óscar como herederos de sus bienes: apenas una triste casucha levantada en un paraje solitario en el barrio del Sudario. Puesto que Óscar (marino mercante de profesión) se halla bien lejos de tierra, Hugo decide acercarse hasta el hogar del tío abuelo, conocido como la Casa de la vaguada. Que el viejo haya pagado su entierro con unas viejas monedas de oro será el menor de los misterios para el que espera hallar respuesta una vez penetre en ella.
Relato de mediana extensión (bolsigrapa reza en la portada) es la primera incursión de Bermúdez Castillo en el género de terror y su última publicación, hasta ahora. Una historia en que lo mejor es el retrato que hace el autor del personaje de Hugo Tamarit, así como el ambiente y el final que le reserva la casa heredada.
Por cierto, la obra se puede adquirir a través de la web de PulpTure Ediciones:
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