Domingo 13 de diciembre de 2009, las 21:35 de la noche
Calle Badalotosa, Sevilla.
-Mira esto.
El desgarrón es visible a la altura del riñón. Fernando lo señala con el pincel del maquillaje, volviendo ligeramente la cabeza en un intento por no mirar. El compañero se acerca, observa detenidamente la herida, similar al bocado de un pequeño tiburón. Hay evidentes signos de mordiscos.
-Madre mía -gruñe el aliento a cerveza-, ¿cómo se ha podido hacer esto?
Al principio Fernando ha soportado la visión de la herida, el desconchón sanguinolento, sin inmutarse, pero ahora siente de nuevo el derechazo detrás de la nuca, el golpe de calor y de frío. Se quita las gafas, empañadas, y se retira un par de pasos.
-¿Ya te ha dado otra vez el chungo? Quien te manda trabajar en esto, Fernando.
Está sudando, así necesita sentarse un rato y esperar, paciente, a que pase el efecto de golpe.
-Ahora miro los papeles de entrada del fiambre, en cuanto termine la primera parte del partido.
Rodero regresa a su lugar frente al televisor. La impresión provocada por la herida queda inmediatamente olvidada por los azares del Sporting Sevilla. El equipo andaluz presiona muy cerca de la portería contraria en busca del segundo gol. Pero no hay suerte y se llega al intermedio con el 0 a 1 de antes.
-En Hornachuelos -dice el compañero de regreso a la mesa de trabajo-, se ha llegado a comentar que los detenidos habían mordido a sus vecinos. ¿Recuerdas?
Fuera truena una nueva tormenta, la enésima que se desploma sobre Sevilla en los últimos días. Tiemblan los cristales y Fernando lo siente dentro de cada hueso. También es muy miedoso con los relámpagos. Como le sucede con la sangre, es algo que no consigue superar.
La voz del compañero llega nítida desde el despacho.
-¡Lo de este invierno es de traca. Por lo visto ya ha llovido casi tanto como todo el año pasado!
Vuelvo a agradecer a Félix Royo la colaboración prestada, y a Fernando Martínez Gimeno el haberse dejado interrogar para que parte de sus gustos fuesen trasplantados a nuestro "gafotas".
ResponderEliminarPor cierto, estas son las propuestas para el misterioso personaje del Hospital de la Caridad (áquel que llamábamos Ahab).
Doctor Blackwood
Doctor Tobías Hessen
Doctor Robert Sparkman
Doctor Arvo. T.Thompson
Doctor Hawthorne
Doctor Caligari
Doctor Liberty Valance
Doctor Mabuse
Ya decidiré este fin de semana. Si no hago encuesta es porque para el martes necesito ese nombre porque aparece de nuevo en el siguiente capítulo. De todas formas puedo contar los votos de los lectores a través de estos comentarios. Gracias.
La verdad es que queda bien el que se vayan abriendo frentes porque añade tensión en la atención del lector y a nivel cinematográfico se marca la dualidad claramente con el zombi de la sala y el zombi del campo (imagínate la escena en contrapicado cerca del suelo, el zombi arrastrándose hacia la pierna y en medio, entre los dos, en tercer plano, la televisión con un primer plano del zombi y el portero, como si fuera un juego de espejos).
ResponderEliminarImpresionante narracion la que nos has presentado hoy... Esas tres imagenes paralelas, la de Fernando, con sus hipocondria y su fatal descubrimiento, la de Rodero, ajeno a todo y a sus cosas sin percatarse de nada y ninguneando a su compañero y la del partido de futbol producen un efecto abrumador sobre el lector. Magnifico es poco.
ResponderEliminarSolo apuntar que al inicio del relato, hay una frase que me chirria un poco, al juntar dos adjetivos que suenan igual y producen un efecto extraño que resulta incomodo a la vista:
"...para retirar a los monjes más libidinosos y curiosos...", pero que pueden ser solo manias mias, asi que no me hagas mucho caso.
Un saludo y sigo pendiente...
Antes de nada, Félix, vuelvo a agreceder tu revisión del relato, anterior a su publicación. Contar en estas entradas con tu consejo es un lujo, y lo digo de corazón. Te debo una (y muchas lecturas... tengo varias pendientes).
ResponderEliminarY sí, ese plano que mencionas es un plano brutal, de antología del cine. Cine con mayúsculas, es que casi me lo imagino. Qué pena no tener los contactos necesarios para que estos relatos lleguen al cine.
Un saludo, Félix.
Miraré esa frase que mencionas, claro que sí, Athman.
ResponderEliminarAclarar que los capítulos de esta semana de alguna manera son un homenaje a Fernando Martínez Gimeno, y a sus gustos por Metallica (y en particular a Enter Sandman) y a "El nombre de la rosa".
¿Quién más se apunta para posibles homenajes? ¿Félix, Athman, Carro, Mil Noches, Vanessa ...?
Me alegra que el capítulo haya sido de tu agrado, Athman.
Gracias a tí, ya que me sentí gratamente sorprendido por tu email y dispuesto a serte de inspiraciín para el personaje y curiosidad a la par por leer lo que escribías con esos datos. ;)
ResponderEliminarA mi como nombre me llama más Doctor Hawthorne, le da seriedad y empaque al personaje.
A ver con lo que nos sorprendes ahora. :)
Fer
Claro, hay que mimar a los lectores, Fer. A ver si hay algún otro lector que se atreve a dejarse homenajear de alguna manera. Que levante la mano o que dé un paso al frente.
ResponderEliminarAnoto esa preferencia por el Doctor Hawthorne. La verdad es que a mí también me agrada.
Por cierto, supongo que te ha gustado la entrada, ¿no Fer?
Si te tuviese delante te comía a besos, ahora que soy un zombi, jajaja
ResponderEliminarPor supuesto, con orgullo y satisfacción podré decir que inspiré en mi vida al menos unas páginas de un personaje en UN LIBRO. ;)
Fer
Al Fernando de nuestra GDM le esperan grandes cosas, que no quiere decir necesariamente buenas, jajaja, ni malas tampoco.
ResponderEliminarUn placer contar con tus lecturas.
Esta entrada me ha gustado mucho, como comentaba Athman el momento en que hay tres historias paralelas es totalmente brutal, has sabido enlazarlos de manera que la tensión fuese máxima. Te felicito por ello :)
ResponderEliminarPor cierto, yo voto también por Doctor Hawthorne!!
Gracias Irakolvenik, me alegro de que haya gustado. Y por supuesto, anoto otro más para Doctor Hawthorne. Un saludo.
ResponderEliminarTanto la entrada del pasado martes como la continuación de este viernes, me parece que responden con éxito al reto lanzado por un lector (lo siento, no recuerdo quién) de incluir un diálogo "tarantiniano". Es otro logro más a sumar a los ya conseguidor en esta GDM, llena de referencias fílmicas y de metáforas arrolladoramente visuales.
ResponderEliminarHay que señalar que el clímax final de esta entrada con varios escenarios alternativos es, según mi opinión, de lo más intenso leído hasta ahora. Y es que no dejas de sorprenderme, Alejandro. El nivel de la GDM sigue subiendo y no acierto a intuir cuál será tu/su cima.
Lo único cierto es que este proyecto está destinado a convertirse en breve en un clásico del género. Tiempo al tiempo ...
Si acaso me atrevo a acerte una recomendación:
ResponderEliminarEn esta frase
"-Una contra del Sevilla finiquitaría el partido."
quizás fuera más conveniente sustituir el inicio por
"-Un contraataque"
en aras de una mayor claridad
y sobre todo pensando en los lectores que no estén familiarizados con la jerga futbolística.
En otro orden de cosas, me habéis convencido. Si hay que votar, yo también lo haría por el nombre de Doctor Hawthorne.
La escena está tan bien dosificada y es tan vívida y cinematográfica que funciona bien incluso con una música tan diametralmente opuesta a la Metallica como la de Giacomo Puccini.
ResponderEliminarHe leído esta entrada escuchando la muerte de Mimí de "La boheme". Pero el contraste no sólo no ha estorbado la lectura sino que ha realzado la visceralidad del final, lo que es, sin lugar a dudas, mérito tuyo, Alejandro.
Enhorabuena de nuevo.
Esta continuación de la entrada anterior me ha gustado mucho, es muy intensa. Es un capítulo que mezcla el humor negro con lo terrorífico de una funeraria. De verdad, muy logrado el ambiente, casi sientes el miedo de Fernando al ver que el muerto se mueve.
ResponderEliminarEspero con ganas la siguiente entrada de la GDM, ojalá que sea sobre Judith, jejeje, que ya la echo de menos.
Ah, se me olvidaba. En la votación del doctor, por supuesto voto "mi" opción, el doctor Hawthorne.
ResponderEliminarGracias, Mi Noches, por los comentarios y por esa sugerencia de la "contra" del Sevilla. Decirte además que quien propuso la escena "tarantiniana" fue Félix Royo, y que a él le debo varios retoques de enjundia.
ResponderEliminarLo que comentas de Puccini, seguro que queda muy bien, aunque a lo mejor algo más dramático del estilo Tosca o Madame Butterfly sea más propio. Por supuesto espero intercalar alguna referencia a alguna obra clásica, así que si se te ocurre algo... ya sabes, aquí estoy.
Ah, anoto Hawthorne.
Gracias por tu lectura, Vanessa. Y anoto lo de Hawthorne, que creo que va a ser el apellido elegido con la mezcla del nombre de Arvo. Seguramente.
ResponderEliminarMuy buena entrada, me ha encantado el modo que la has llevado, con tres vertientes en el mismo momento del climax de esta entrada. Genial el humor negrísimo, me he divertido mucho con el pobre Fernando. Y por cierto creo que has dejado Al Sevilla sin su santo jajjaa.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la mención que haces de fray Guillermo y el Nombre de la Rosa.
Yo espero con interés vuelta de Sir Salvador en la GDM.
¿Te ha gustado la referencia a Fray Guillermo? Cosas de hacer discretos homenajes a algunos lectores. ¿Te apuntas a los homenajeados?
ResponderEliminarY lo del Santo del Sevilla, que se lo digan en la Champions, jajaja.
Sir Salvador, como dices, regresará en "Más de 39 escalones". Esta semana que viene le toca a Judith, Jonás y ...
Pues esta es otra muy buena entrada. Buenas descripciones, como siempre. Y me gustó mucho esa referencia a "el nombre de la rosa". También me llama la atención cómo representas aquí esos problemas q tiene todo el mundo, como los de la tal Laura.
ResponderEliminarLa última parte no me la esperaba. Fernando moridido y por lo tanto contagiado por un zombie no me lo había imaginado. Me pregunto qué tipo de cambios experimentará en cuanto a su carácter, etc, etc.
en cuanto al nombre del llamado Ahab, me inclino más por el de Tobías Hessen, porque me parece más sonoro q los otros.
Saludos, Alejandro
No sé si habrás identificado a Fernando como el bata blanca de las gafas y el desgarrón en el cuello. Por lo tanto, en el presente ya es un zombie. Si no te quedó claro a lo mejor es por mi culpa, y debo señalarlo con algún pequeño detalle. Lo estudiaré, Giancarlo.
ResponderEliminarY sí, Tobias Hessen es un nombre muy sonoro, pero Vanessa me gastó la pequeña broma de darme el nombre del abuelito de Heidi, sí, Giancarlo, la famosa Heidi de los Alpes. Y a lo mejor no me cuadra.
Gracias por tu aportación al Blog con estos comentarios.
Por cierto, con vuestro permiso, he ido enlazando (a la derecha lo encontraréis) los distintos blogs de los seguidores de la GDM. Todavía faltan los enlaces de buena parte de los amigos, pero tiempo al tiempo.
ResponderEliminarGracias.
Agradecer a Jaraco (procedente del Foro Somos Leyenda) el haberse hecho seguidor de la GDM. Un abrazo.
ResponderEliminarAlejandro, amiguete.. Supongo que estaras moviendote para que esto vea la luz en forma de novelafisica, ¿verdad?.
ResponderEliminarMuevel, compañero. Myuevela, que no tengo dudas de que logrras colocarla sin problemas y arrasara.
Un saludo.
Athman, más o menos en ese sentido trabajo. Justo este viernes tengo cierto compromiso que he de cumplir (y llegaré a tiempo, no lo dudes), y luego ya veremos. En cuanto sepa algo en firme os lo anuncio.
ResponderEliminarGracias por tu ánimo.
Tarde, pero por fin me di el tiempo a leerla. Me ha gustado mucho esta entrada. Es muy bueno el humor negro en la funeraria. Mordido por un modelo, ¡no cualquier cosa! XD
ResponderEliminarPor cierto, te mrco un pequeño fallo casi al final del texto:
El resucitado se agacha ante Fernando que trata de defenderse propinándole una patada en EL cabeza.
Ah, y de nombre me gustaba más Blackwood, pero imagino que ya para hoy es demasiado tarde.
Pobre Fernando y el cabrón de Rodero hablando por telefono
ResponderEliminarAunque eso sí, yo por mi parte veo que se mueve y nada de llamar a Rodero, me faltarían piernas para sali pitando de allí. Casi me veo gritando ¡SAL DE ALLÍÍÍÍ!, ¡QUE NO VES QUE VA A PASAR??!
Joer que angustia, al mismo tiempo que un cierto fatalismo.
No vas a dejar ni un vivo rulando por ahí?.
Pues sí, el pobre Fernando es un funcionario de la vida, y luego de la Doble Muerte. Se sabe lo que va a pasar y eso aumenta el dramatismo de la escena. Gracias por tu comentario.
ResponderEliminarVivos hay y muchos, pero forman parte de lo que en cine son los extras, jajaja.