Hoy mismo, 26 de junio, se cumple el PRIMER CENTENARIO de una de las mejores sinfonías de todos los tiempos, la última que completara Gustav Mahler. Os hablo de la "Sinfonía nº 9" del compositor vienés.
Tal es mi admiración por esta sinfonía, que confieso que me compré la partitura (al igual que hice con Das Lied von der Erde). Y que en alguna ocasión la he escuchado leyendo la música al mismo tiempo en la partitura. Hay momentos que son mágicos, sobre todo en el último movimiento.
(Datos extraídos de la Wikipedia) La obra consta de cuatro movimientos:
I. Andante comodo.
II. Im tempo eines gemächlichen Ländlers. Etwas täppisch und sehr derb.
III. Rondo-Burleske: Allegro assai. Sehr trotzig.
IV. Adagio: Sehr langsam und noch zurückhaltend.
Instrumentación: 4 Flautas, Flautín, 4 Oboes (4º doblando Corno inglés), 3 Clarinetes en Si bemol y La, Clarinete bajo en Si bemol, Clarinete en Mi bemol, 4 Fagotes (4º doblando Contrafagot), 4 Trompas en Fa, 3 Trompetas en Do, 3 Trombones, Tuba, Timbales, Bombo, Caja, Platillos, Triángulo, Tam-tam, Glockenspiel, 3 Campanas graves, 2 Arpas, Violines I y II, Violas, Violonchelos y Contrabajos
Análisis
1 er. movimiento: Comienza de forma arrítmica e irregular, muy suavemente (probablemente una alusión a la condición cardíaca del compositor). El movimiento continúa desarrollándose con un halo de desesperanza, la cual se manifiesta en los dos primeros clímax del movimiento, siendo el tercero, sin dudas, una referencia a la muerte.
2º movimiento: emula una danza
3 er. movimiento: asemeja una marcha militar.
4º movimiento: Parece traer la redención al alma agonizante del compositor. Reposado y plagado de referencias al descanso y la vida eterna, se dice que es una muestra del dolor de Mahler por la muerte de su hija. De hecho, casi al final del movimiento incluyó una parte del Lied Oft denk' ich, sie sind nur ausgegangen, de sus Kindertotenlieder. En la partitura, Mahler escribió la siguiente estrofa de esa canción: En las cumbres el día es hermoso, en una clara alusión a su tragedia personal.
I. Andante comodo.
II. Im tempo eines gemächlichen Ländlers. Etwas täppisch und sehr derb.
III. Rondo-Burleske: Allegro assai. Sehr trotzig.
IV. Adagio: Sehr langsam und noch zurückhaltend.
Instrumentación: 4 Flautas, Flautín, 4 Oboes (4º doblando Corno inglés), 3 Clarinetes en Si bemol y La, Clarinete bajo en Si bemol, Clarinete en Mi bemol, 4 Fagotes (4º doblando Contrafagot), 4 Trompas en Fa, 3 Trompetas en Do, 3 Trombones, Tuba, Timbales, Bombo, Caja, Platillos, Triángulo, Tam-tam, Glockenspiel, 3 Campanas graves, 2 Arpas, Violines I y II, Violas, Violonchelos y Contrabajos
Análisis
1 er. movimiento: Comienza de forma arrítmica e irregular, muy suavemente (probablemente una alusión a la condición cardíaca del compositor). El movimiento continúa desarrollándose con un halo de desesperanza, la cual se manifiesta en los dos primeros clímax del movimiento, siendo el tercero, sin dudas, una referencia a la muerte.
2º movimiento: emula una danza
3 er. movimiento: asemeja una marcha militar.
4º movimiento: Parece traer la redención al alma agonizante del compositor. Reposado y plagado de referencias al descanso y la vida eterna, se dice que es una muestra del dolor de Mahler por la muerte de su hija. De hecho, casi al final del movimiento incluyó una parte del Lied Oft denk' ich, sie sind nur ausgegangen, de sus Kindertotenlieder. En la partitura, Mahler escribió la siguiente estrofa de esa canción: En las cumbres el día es hermoso, en una clara alusión a su tragedia personal.
Y qué mejor homenaje que dejar los enlaces youtube de un puñado de versiones, de las mejores que se pueden encontrar en la red. Así que a disfrutar.
Orquesta de jóvenes Gustav Mahler. Dirige Claudio Abbado.
Lástima que de la siguiente no haya vídeo, sólo se conserva el audio. Pero es de lo más interesante esta versión: es la Orquesta de Filadelfia dirigida por Carlo María Guilini (grabada el 17 de marzo de 1972).
Ahora el no va más: la Orquesta Filarmónica de Viena,
dirigida por un maestro de maestros, Leonard Bernstein. Fijaros cómo
vive la música.
Y esta es la que para algunos es LA versión definitiva. Y en verdad es soberbia. El cuidado en las texturas, la fuerza en los fortisimos, el ritmo algo pausado. Una verdadera maravilla firmada por la Orquesta Sinfónica de Chicago. Dirige el gran Carlo María Guilini.
Parte del escritor que soy, parte del artista que soy, se lo debo a la música de Mahler. Me lleva acompañando desde hace casi 25 años. Y el amor primerizo que sentí por sus obras aún lo conservo. Sobre todo por esta última sinfonía completa y por el Das Lied von der Erde (La canción de la Tierra). Tengo tanta pasión por estas músicas, tanta devoción, que más de una vez las he escuchado de madrugada, con los auriculares, para que así haya el menor ruído posible, y consecuentemente, el placer sea mayor.
Ante un centenario de esta importancia, la Casa Deshabitada no podía permanecer ajena.
Ante un centenario de esta importancia, la Casa Deshabitada no podía permanecer ajena.
Me alegra saber que a alguien le gusta esta pieza tanto o incluso más que a mi :)
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