Aún nos pesa el vacío en los brazos.
En el ánimo, duele la despedida sin palabras.
¿Cómo poner voz a un sentimiento tan grande,
a una oscuridad tan luminosa?
No ha sido fácil el regreso a casa
sin el tibio calor de tu compañía.
Pasear por la playa no ha sido suficiente,
seguimos oyendo el eco de nuestro desánimo.
Aún nos pesa el vacío en los brazos.
Huérfanos, mudos, desnortados, hemos descosido
pasos hasta el día de ayer, cuando todo era
distinto, cuando todavía éramos viajeros.
Ella estaba al principio del túnel,
soltando amarras. Seguro que has sentido cómo
se alejaba; ella de regreso a la oscuridad/hoy,
tú de regreso a la luz/mañana.
En recuerdo de nuestra compañera Saya
No hay comentarios:
Publicar un comentario