Vaya por delante que estas
jornadas del Viaje al Oeste contienen spoliers.
CAPÍTULO XLVI
MOSTRANDO TODO SU PODER, LA HEREJÍA SE BURLA DE LA
ORTODOXIA
CON LA SOLA AYUDA DE SU SANTIDAD. EL MONO DE LA MENTE
DERROTA A LOS QUE HABÍAN ABANDONADO EL BUEN CAMINO
No
contento con ello, Tripitaka se someterá a la prueba "santidad junto a la
columna de nubes", una prueba de meditación. Después deberá pasar otra: acertar
lo que se esconde dentro de un baúl.
Por
si no fuera bastante, Wu-Kung se ha de enfrentar a otras pruebas mucho más
arriesgadas: la decapitación, el destripamiento, la extracción del corazón y el
baño en aceite hirviendo. En ellas se las ve contra el Gran Inmortal Fuerza de
Ciervo, Fuerza de Tigre y Fuerza de Cabra. El Rey Mono sale ileso de toas ellos
mientras que sus rivales van pereciendo uno tras otro.
CAPÍTULO XLVII
EL MONJE SANTO ENCUENTRA UN TREMENDO OBSTÁCULO POR LA
NOCHE EN EL RIO-QUE-LLEGA-HASTA-EL-CIELO. EL METAL Y LA
MADERA,
MOVIDOS A COMPASIÓN, LIBERAN A LOS QUE PENABAN
Dejado
al fin atrás el reino, se topan con un río casi infranqueable (mide 800 kms de
ancho). Los peregrinos deciden probar fortuna en unas casas cercanas. Con un
poco de suerte no dormirán a la intemperie.
Allí
conocen la historia del Gran Rey del Poder Milagroso y de cómo éste tiene
subyugados a los habitantes de la aldea. De ellos exige el sacrificio de un
varón y una hembra no casadas, que han de servirle de comida. Decididos a
ayudar, Ba-Chie y Wu-Kung, gracias al poder de la tranformación, ocupan los
puestos de los que iban a ser devorados. El lance promete ser divertido, o eso
piensan los viajeros.
CAPÍTULO XLVIII
EL MONSTRUO, LEVANTANDO UN VIENTO GÉLIDO, HACE CAER
UNA GRAN NEVADA. MOVIDO POR EL AFÁN DE ENTREVISTARSE
CON BUDA, EL MONJE CAMINA SOBRE EL HIELO
El
Monstruo huye ten pronto como se percata de la suplantación. En pos de la
oportuna venganza, provoca un temporal de frío con que congelar el río y, de
este modo, atrapar a quienes se han burlado de él. Sólo tendrán que cruzar por
encima del hielo para caer en la trampa.
Así
sucede: cuando el grupo está cruzando a pie el río, Gran Rey del Poder
Milagroso consigue atrapar al monje Tang.
CAPÍTULO XLIX
VÍCTIMA DE LA DESGRACIA, TRIPITAKA FUE A PARAR A UN
PALACIO
DE AGUA CON EL FIN DE SALVARLE. KWANG-IN DESPLIEGA
UNA CESTA DE PESCADOR
Bucean
en el río hasta alcanzar la Mansión de la Tortuga Marina. Bozo Sha y Ba-Chie se
enfrentan al monstruo mientras el rey Mono aguarda en la superficie por si
fuera necesaria su intervención. Pero ni siquiera entre los tres consiguen
doblegar a quien ha atrapado a Tripitaka.
De
hecho, Wu-Kung se ve en la obligación de solicitar, una vez más, ayuda a la
Bodhisattva Kwang-Ing. Una vez liberado el monje, los viuajeros cruzan el río a
lomos de una gigantesca tortuga, agradecida porque hayan derrotado al monstruo,
pues había usurpado su trono y su palacio.
CAPÍTULO L
LOS SENTIMIENTOS SE TORNAN CADA VEZ MÁS CONFUSOS Y LA
NATURALEZA CEDE A LOS DESEOS. EL ESPÍRITU CAE EN UN
MAR
DE CONFUSIONES Y LA MENTE SE VE OBLIGADA A
ENFRENTARSE
A LOS DEMONIOS
En la
Montaña del Yelmo de Oro, el Rey Mono traza un círculo con que proteger a sus
compañeros, mientras él se acerca a pedir comida a un poblado cercano.
Quienes
aguardan dentro, pronto desesperan y abandonan la protección circular. Ba-Chie
se acerca al publo y entra en una mansión, aparentemente deshabitada. Aprovecha
la ocasión para apropiarse de unos vestidos. De regreso, éstos se convierten en
camisas de fuerza nada más probárselos Ba-Chie y Bonzo Sha.
Es
una trampa urdida por el monstruo Gran Rey Búfalo Unocornio. Wu-Kung, al
regresar al lugar donde dejó a sus amigos, se da cuenta de que han sido
raptados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario